F. C. Barcelona
Benítez ya los tiene a todos...
Sin lesionados al fin, la plantilla del Madrid estuvo sobre el césped en el penúltimo entrenamiento. Un hecho casi inédito
Sin lesionados al fin, la plantilla del Madrid estuvo sobre el césped en el penúltimo entrenamiento. Un hecho casi inédito
Quizá Rafa Benítez se frotaba ayer los ojos, contaba a los futbolistas y no se lo creía del todo. Quizá volviese a contar y probablemente se quedó con ganas de pasar lista. Estaban todos: por ahí corrían James y también Danilo, que se fueron con sus selecciones y volvieron sanos y salvos, lo que en el Madrid de esta temporada es casi un milagro. Y también estaba Benzema, tras dos semanas largas, centrado sólo en el fútbol al fin. Corría Ramos, disimulando el dolor o sin sentirlo; y Marcelo, listo y Carvajal, preparado. Todos. Un hecho al que no se enfrentaba el entrenador del Madrid desde hace meses. Han sido muchos partidos con parches, sin poder practicar las ideas que tenía en la cabeza porque le faltaban las piezas necesarias. «Creo que este Real Madrid todavía no ha llegado a su mejor versión, constantemente ha estado sufriendo lesiones y eso hace mucho daño. Cuando estén todos se verá al equipo titular, un banquillo mucho mejor porque las opciones son mejores y el equipo funcionará mucho mejor», aseguraba ayer Bernard Schuster, que jugó en ambos equipos y sabe lo que es entrenar al Real Madrid. Por culpa de la lesiones, ha reflexionado también el actual entrenador blanco, el Madrid ha bajado el ritmo en los dos últimos encuentros, contra el PSG y el Sevilla. Por eso, aumenta el entusiasmo de Benítez para afrontar el choque de mañana, pero también la responsabilidad. Ya tiene a todos, no hay excusas para el juego del Madrid. El entrenador ha decidido pasar esta semana en silencio, sin conceder entrevistas, para no enrarecer más el ambiente. Quiere que se hable de fútbol y no de las relaciones en el vestuario. Sabe que cualquier palabra que diga puede ser malinterpretada y ha preferido centrarse en los entrenamientos. Se juega mucho, se juega la tranquilidad de los próximos meses.
El Madrid ha pasado dos semnas de laboratorio y recuperación. Con muchos internacionales en Valdebebas, el cuerpo técnico ha tenido tiempo de insistir en sus planes, en los mecanismos, y los jugadores han podido opinar acerca de cómo quieren jugar, mientras los dañados aprovechaban para recuperarse: «He estado fuera por lesión durante unas seis semanas, así que, no he tenido la oportunidad de jugar mucho esta temporada. Desde luego no tanto como me hubiera gustado, pero me siento fuerte, en forma para este partido y listo para la batalla. Quiero seguir intentando dar lo mejor de mí, trabajar duro y hacer ganar al equipo», explicaba ayer Gareth Bale, al que aún no se ha visto en su mejor versión. Empezó bien como mediapunta, pero las lesiones han cortado su adaptación.
El Barcelona va a medir la posición del galés y qué planes tiene Benítez con todos sanos. Por ejemplo, si va a insistir en los tres puntas, un plan que parece inalterable y que tantos goles dio al Real Madrid la temporada pasada. Ésta han descendido, pero es que apenas han jugado juntos los tres. «Estoy seguro que veréis un partido ofensivo por parte de ambos equipos y lo normal será que, el equipo que marque muchos goles, gane. ¡Espero que ellos no marquen muchos! Será un partido igualado, siempre es difícil, pero espero que podamos marcar más goles que ellos», continuaba ayer Bale. En el Madrid se discute acerca de si el equipo es demasiado ofensivo, pero si juegan los tres de arriba, a los demás no les queda más remedio que irse hacia delante. «Aporto mi velocidad y mi potencia», dice el galés, que es parecido a lo que aporta Ronaldo. A esas cualidades Benzema suma la calma y el trío se equilibra. Si están en forma, pueden causar muchos problemas a la defensa azulgrana.
Además de las molestias de Ramos y del cansancio con el que haya vuelto James, es Benzema quien más preocupa a Rafa Benítez. El francés no termina de recuperarse del todo y el entrenador tiene ante sí un reto mental: tiene que conseguir que los problemas ajenos al fútbol no afecten a su manera de jugar, lo que no resulta nada sencillo. Físicamente, el francés ha sufrido una sobrecarga a principio de semana, pero puede que llegue al clásico. En eso confía todo el cuerpo técnico. Se juega mucho.
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