Casillas, 14 años después

Hace 14 años (13 y medio, para ser exactos) que Casillas debutó por la lesión de Bodo Illgner la semana anterior. Fue en San Mamés, campo mítico, y arrancó su carrera con un empate a dos. Tenía 18 años, no muchos nervios en apariencia, pero sí mucha presión. Algo que le acompañaría durante un tiempo por el hecho de jugar en el mejor club del mundo de ese siglo y por su juventud. Por eso, y para aminorar tal responsabilidad y los millones de ojos que en él estaban puestos, Fernando Hierro le ayudó en sus comienzos sacando él de puerta. Desde entonces, Casillas ha jugado otros 13 partidos oficiales más en San Mamés, aunque, en realidad, ha visitado el estadio bilbaíno en 14 ocasiones. Sólo una vez se quedó en el banquillo. En 2006. En Copa del Rey. López Caro le dio la titularidad copera a Diego López, el mismo hombre con el que ahora se ha cambiado los papeles. Y el Madrid ganó por la mínima, con gol de Beckham.

Esta noche es especial para Casillas. Regresa al lugar donde todo comenzó con la ilusión y la necesidad deportiva y psicológica de volver a empezar. No ha jugado desde que se lesionara el pasado 23 de enero. ¿Le hará redebutar Mourinho hoy? No es probable, a menos que el técnico atienda a sentimentalismos y a cuestiones técnicas, como el hecho de que Iker vaya cogiendo el pulso competitivo.

No parece; «Mou» tiene dos poderosas razones. Ser honesto con Diego López, al que se fichó por la lesión de Iker y, en su ausencia, no ha tenido una mala actuación. Y, sobre todo, no avivar el debate. Mourinho es consciente de que en el momento en que dé el relevo al mostoleño y éste haga un «santo» partido, se le va a echar la afición encima para que le devuelva la titularidad o, al menos, el rol de primer guardameta al Real Madrid al portero campeón del mundo, al arquero más precoz en jugar y ganar una Liga de Campeones, al capitán madridista y de la Selección, al ídolo de gran parte de la afición, al jugador que desde que comenzó su carrera profesional hace 13 años y medio ya, ha conseguido todo los títulos posibles, es Príncipe de Asturias de los Deporte y mejor portero del mundo cinco años consecutivamente, de 2008 a 2012, según la IFFHS.