Casillas, un líder para el cambio

En medio de la primera crisis, más de juego que de puntos, aparece la figura de Casillas en el Bernabéu, nueve meses después, para liderar a un Real Madrid al que Ancelotti todavía no le ha cogido el pulso.

En medio de la primera crisis, más de juego que de puntos, aparece la figura de Casillas en el Bernabéu, nueve meses después, para liderar a un Real Madrid al que Ancelotti todavía no le ha cogido el pulso. El modesto conjunto danés del Copenhague será mañana el bálsamo perfecto para que el madridismo se reencuentre con su equipo y borre las malas sensaciones ofrecidas el sábado en el derbiante el Atlético

Y uno de los jugadores que va a liderar el cambio es Iker Casillas. El capitán no se pone entre los palos de las porterías del Bernabéu desde hace nueve meses, en un Real Madrid-Valencia de la Copa del Rey.

Casillas, que tuvo la mala suerte de lesionarse hace quince días en Estambul, donde sólo jugó catorce minutos, tras el golpetazo que le propinó, involuntariamente, Sergio Ramos, tiene ganas de volver, de sentirse útil y de demostrarle a Ancelotti que puede contar con él sin ningún problema. Además, la presencia del capitán puede venirle muy bien al equipo en estos momentos en los que el vestuario necesita estar unido y la totalidad de los jugadores implicados en el nuevo proyecto.

¿Nuevo rumbo? Los encuentros de Elche y el Bernabéu han servido para constatar que Ancelotti no ha encontrado todavía el equipo ideal y que los cambios de jugadores (sorprendió la suplencia de Modric en el derbi) no sirvieron para darle al bloque el equilibrió deseado. El centro del campo no funciona y el contragolpe, que con Mourinho resultaba letal, ha sido utilizado como recurso improvisado. De ahí que voces autorizadas del vestuario insistan en que es el mejor sistema para el equipo, dada la velocidad de Bale y Cristiano.

«Tenemos que arreglarlo con una mejor actitud, concentración y con ideas de juego más claras. El momento no es fácil y perder un partido en casa no es bueno. Tenemos que pensar para mejorar rápido el problema. Cuando el balón llega arriba no tenemos espacios para buscar una solución positiva. Ante equipos bien organizados en defensa, si juegas lento es más difícil», manifestó Ancelotti tras el fiasco ante el Atlético. El entrenador madridista cree que los jugadores son buenos para su sistema y frente a los daneses habrá cambio de algunos jugadores, pero no de esquema. El 4-4-2 parece inamovible, aunque el sábado, con la entrada de Morata, el equipo acabó jugando con un 4-2-3-1.

Ancelotti tiene que dar con la tecla y los jugadores, implicarse al máximo. La imagen de Pepe recriminando a Benzema su falta de concentración es prueba evidente de que hay desajustes en el terreno de juego. Y ahí es donde el técnico tiene que poner sus conocimientos –nadie se los ha negado– para que el Real Madrid afronte los próximos partidos convencido de lo que hace. El día 27 espera el Barcelona en el Camp Nou y el equipo tiene que llegar con las ideas claras. Antes, Copenhague, Levante, Málaga y Juventus servirán de examen.

El 15 de enero, frente al Valencia

En plena «guerra» con Mourinho, con Adán defenestrado y con Diego López en el banquillo del Sevilla, jugó Iker Casillas su último partido en el Bernabéu con el Real Madrid. Fue el encuentro de ida de la Copa del Rey ante el Valencia y el partido terminó con triunfo madridista (2-0). El partido de vuelta (0-5) fue el comienzo de todos los males de Casillas, ya que ese día Arbeloa le lesionó.