Champions League
El Barcelona gana al Inter (2-0)
Echa de menos a Messi en el juego, pero no lo necesita para derrotar al Inter y despejar su camino hacia la segunda fase de la Champions. Rafinha, el sustituto de Leo, y Jordi Alba marcaron los goles.
Echa de menos a Messi en el juego, pero no lo necesita para derrotar al Inter y despejar su camino hacia la segunda fase de la Champions. Rafinha, el sustituto de Leo, y Jordi Alba marcaron los goles.
Al Barcelona le gusta la pelota y al Inter le gustan los espacios. El problema para los azulgrana es que la tienen, pero no tienen a Messi, que miraba desde la grada junto a sus hijos. El argentino no estaba para recibir los pases atrás de Jordi Alba cuando llega a la línea de fondo. Tampoco para bajar a buscar la pelota cuando el equipo se atasca y armar una jugada individual como quien pasea por el parque si ningún compañero se ofrece. Rafinha marcó y se apagó. apenas tuvo peso en el partido del Barcelona a pesar de que salió con ganas, Suyo fue el primer disparo desde fuera del área, como si quisiera demostrar que no estaba allí para hacer bulto. Pero no tuvo presencia. La muestra es que Valverde lo sustituyó por Semedo en el segundo tiempo para que Sergi Roberto adelantara su posición. Por desgracia para el Inter, tampoco tiene a Messi. Tiene a Icardi, pero no es lo mismo.
La casualidad quiso que fuera Rafinha, el sustituto de Leo en la banda derecha, el que rematara un centro perfecto de Luis Suárez desde el costado derecho. El uruguayo fue el principal protagonista de los ataques de su equipo. A ratos alocado y a ratos demoledor, aparecía por el área del Inter con insistencia, buscando el gol que tanto le cuesta encontrar últimamente. Lo intentó en jugadas individuales, que le llevan desde la banda izquierda hasta las manos de Handanovic. El guardameta esloveno, suplente en su selección sólo porque Oblak está delante, parecía preparado para todo. Y cuando no era él, el poste se ponía de su lado. Y en ocasiones eran los dos los que salvaban al Inter, como ocurrió en la segunda mitad cuando se encadenaron una parada de Handanovic al remate de cabeza de Suárez y un disparo al palo de Coutinho.
Los dos equipos contaban con la ventaja ya de conocer el empate del Tottenham. Un resultado que los empuja hacia la segunda fase sin demasiado esfuerzo. Pero el Inter no renunció. A su manera, buscando la sorpresa encontraba a veces las apariciones de Perisic por la banda izquierda o llegadas al área que nunca terminaban donde ellos querían. Icardi, Vecino y Politano lo probaron, pero sus remates siempre se marchaban por encima del larguero.
Spalletti quiso acompañarlos de Lautaro Martínez en la segunda mitad. El argentino sustituyó a Borja Valero con la idea de que el equipo tuviera más velocidad y pudiera sorprender a la defensa. Llegó Lautaro, pero con el mismo éxito que sus compañeros. Y el Barcelona encontró el gol por el camino que suele transitar, las llegadas de Jordi Alba desde la izquierda. Aunque esta vez no buscó intermediarios. Se fue en diagonal hacia el área, porque ahí queda un espacio que ahora nadie cubre. Y lo ocupó el lateral izquierdo para recibir el pase de Rakitic a la espalda de la defensa. Leo sonreía desde la grada, feliz por lo que acababa de hacer su mejor socio en el campo. Jordi Alba también sonreía porque la relación tiene dos direcciones y sus goles también suelen nacer de los pies de Messi. Quizá sea una señal y sea Jordi Alba el que mejor puede ocupar el espacio por el que se mueve Messi.
De momento, Démbelé no lo hace. El francés, uno de los candidatos a ocupar el lugar del «10» en la alineación no disputó ni un minuto contra el Inter. Munir apareció poco antes del pitido final en el que era el último cambio de Valverde. Pero lo importante para el Barcelona es que el camino hacia la segunda fase ya aparece bastante más que despejado con tres victorias en tres partidos. Con o sin Leo.
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