Adiós al «Sabio de Hortaleza»
Con una sonrisa
El dolor por la pérdida de un ser querido no es menor a pesar de la distancia. Me he enterado en Nápoles de la muerte de Luis Aragonés. Lo siento mucho. Sin embargo, son tan gratos los recuerdos que tengo de él que se ha ido y nos deja, además de sus triunfos, una sonrisa. Se ha ido a descansar con sus ideas, con su manera de ver y de entender el fútbol, con su filosofía. Es mucho lo que le debemos. Con sus charlas lo que hacía era transmitirnos confianza, nos hacía sentir enormes y cuando salíamos al campo lo hacíamos muy seguros, convencidos de que íbamos a ganar. Fue él quien unió el vestuario de la Selección y quien impulsó a ese equipo hacia la gloria y el triunfo.
Sus charlas con el futbolista eran diferentes; sabía cómo llegar; sabía de lo que hablaba y te convencía. Sus arengas antes de los partidos calaban más que cualquier consejo táctico. Con sus frases y sus anécdotas quitaba la tensión innecesaria. Una gran pérdida.
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