Copa con fecha, por fin

La Copa del Rey ya tiene sede, el Bernabéu (donde no quería el Real Madrid, pero lo más lógico para evitar el gasto particular en desplazamiento de los aficionados madridistas y atléticos, y el que más capacidad tiene) y hoy tendrá fecha y hora, si es que ambos clubes se ponen de acuerdo en la propuesta que les va a presentar en la reunión la Federación Española de Fútbol (RFEF): el viernes 17 de mayo a las 22:00. Esta es la preferencia de TVE, que ha comprado los derechos del partido y tiene mucho que decir. No en vano los clubes finalistas reciben un porcentaje de esos derechos televisivos que cobra la RFEF, dueña de la competición, por la venta del partido.

Pero, además, la elección del viernes, en lugar del domingo, conlleva múltiples ventajas. No estorbaría a la jornada de Liga de ese fin de semana y, por ende, no supondría un agravio para las dos plataformas televisivas que tienen los derechos de la Liga, de la que es propietaria la LFP; no perjudicaría la audiencia de las ocho pantallas de los duelos de la jornada 36, la antepenúltima del campeonato, con mucho por decidir, a buen seguro. Asimismo, el Real Madrid ganaría un día de entrenamiento para preparar la final de Wembley del 25 de mayo, si es que llega a ser finalista de la Liga de Campeones. Otra ventaja muy a tener en cuenta por el club de Chamartín.

Todo este trajín viene a colación por la fecha original de la final de la Copa del Rey –18 de mayo–, puesta en verano, junto con el resto del calendario de la temporada, fecha que ha coincidido con el Festival de Eurovisión, que también lo transmite Televisión Española y por reglamentación europea del concurso habría que haber pasado a algunos de los canales secundarios o temáticos del Ente. Un sábado que no era un problema, ya que estaba previsto un miércoles libre sin fútbol para los finalistas, y de hecho, Real Madrid y Atlético juegan adelantados sus partidos de esa jornada el miércoles 8 de mayo. El Madrid, en el Bernabéu, frente al Málaga; el Atlético, en Balaídos.

Así las cosas, y una vez ya decidida la sede, ambas entidades tenían que ponerse de acuerdo en jugar el viernes 17 o el domingo 19 de mayo. La primera fecha, según ha podido saber LA RAZÓN, es la que hoy les trasladará la Federación en la reunión que mantendrá con ambos y en la que expondrá argumentos de peso.

Con el fantasma del «centenariazo», que siempre asoma en estas lides en las que la superstición tiene su hueco en el mundo futbolístico, el Real Madrid no era partidario, de arrancada, de jugarlo en su campo. Pero la crisis obliga y es innecesario hacer pasar a tantos miles de aficionados por semejante gasto, cuando además el estadio más grande está al lado y, en esta ocasión, no hay que buscar el punto medio geográfico idóneo de ambos rivales.

Al margen de aquel «Centenariazo» de 2002 frente al Deportivo, los antecedentes con el Atlético en el Bernabéu no son halagüeños para los intereses madridistas. La última vez que se enfrentaron fue en el coliseo blanco, en 1992, con victoria rojiblanca por 2-0. Ésta será la cuarta vez que se medirán en una final de Copa, junto con la de 1960 y 1961, precisamente en el Bernabéu y con victorias atléticas. La única vez que jugaron en el Calderón fue en 1975 y ganó el Real Madrid en los penaltis después del empate a cero. Así, pues, al Atlético se le da bien el Madrid en las finales coperas del lateral de la Castellana.

En el Bernabéu se han disputado 32 finales, una vez que entre 1955 y 1973 fue sede oficial del campeonato y la mayoría de las finales se celebraron allí. Y eso es algo en lo que se sigue pensando hoy por hoy. Son muchas las voces que claman, vista la polémica que se suscita en cada edición, que la final tenga una sede fija, sean quienes sean los clubes que la alcancen. La capacidad es óptima, también las comunicaciones para todos los rivales como kilómetro cero que es. Otras veces sugieren la alternancia con el Camp Nou, el Sánchez Pizjuán o Mestalla. En definitiva, que se asuma la sede desde principio de temporada.

Camp Nou, ¿imposible?

Nada más saber los finalistas uno de los campos propuestos, por su gran capacidad y para evitar que se jugara en casa de uno de los contendientes, fue el Camp Nou. La reacción fue inmediata. No puede ser. Ese fin de semana, el Barça juega en casa y no hay tiempo en 24 horas de diferencia, ni en 48, de acondicionar sendos partidos. ¿Quizá la negativa vino por las obras de los baños del Bernabéu el pasado año?