«CR7», para evitar la remontada del Osasuna

Cristiano no se permite un descanso, ni siquiera después de dar por fin rienda suelta a un cúmulo de sensaciones atenazadas durante años, y mañana en El Sadar arranca su carrera para el próximo Balón de Oro.

Cristiano no se permite un descanso, ni siquiera después de dar por fin rienda suelta a un cúmulo de sensaciones atenazadas durante años y que ayer estallaron en llanto. Forma parte de esa voracidad competitiva, goleadora y de seguir creciendo que le ha llevado a ganar su segundo Balón de Oro, más tarde que pronto porque hay un «bajito» argentino que, cual chincheta en el zapato, le es contemporáneo. Una «Pulga» que ha eclipsado títulos o cifras de récord, quizá cuando eran más merecedores Iniesta, Xavi o el propio Cristiano, porque su magia le hace siempre estar entre los tres mejores anualmente y los otros puntos se reparten entre más futbolistas. Pero como dice Messi, el premio para Cristiano este año «es merecido» y no hay más que hablar. Afortunadamente, que el debate mundial, las quinielas o reivindicaciones hartaban ya. En Francia tendrá más recorrido, dolerá durante días la sensación de injusticia, viven en sus almas la incomprensión de que quién lo ganó todo, Ribery, fuera tercero, como le sucedió a España con Iniesta. Y con Xavi. Nosotros, los españoles, lo acabamos digiriendo, pero es más fácil con un Mundial y dos Eurocopas directamente atribuibles a Xavi e Iniesta, y a otros como Casillas, al que el fútbol, en opinión de muchos, también le debe un Balón de Oro.

Cristiano no se da nunca una tregua, bastante mal le tiene no haber marcado los dos últimos partidos, las ocasiones erradas en Cornellá. Descansa Marcelo o Modric, pero no él. Ayer llegó de Zúrich, durmió, compartió en Balón de Oro con jugadores, técnicos y empleados de Valdebebas, se entrenó y hoy jugará frente a Osasuna, pese a la renta de dos goles que el Madrid tiene de la ida copera en el Bernabéu. Sin embargo, Cristiano ejemplifica a la perfección la mentalidad que debe tener el resto del equipo de Ancelotti; la de que la eliminatoria no está sentenciada y, de paso, «CR7» tratará de ampliar su cuenta goleadora de 2014, que por ahora es de dos tantos. Para él comienza ya la carrera por el próximo Balón de Oro, y el de todos los títulos posibles. Mundial incluido, pese a que la historia diga que el jugador que lo conquista en año mundialista no es campeón del mundo. Porque el Balón de Oro tendría más sentido o más valor, para los contrarios, aderezado con una «Champions», una Liga, un doblete...

Por Marcelo, jugará Coentrao; y por Modric, Illarramendi junto a Xabi. Además, frente al once que se podría presupones, Bale podría quedar en el banquillo, una vez que Ancelotti admite que el galés no pasa por un buen momento por razones físicas.

Por su parte, el Osasuna hará valer la fuerza de El Sadar para obrar la remontada necesaria. El equipo de Javi Gracia ha mejorado las perspectivas ligueras con dos triunfos consecutivos y querrá continuar con la racha, ahora en Copa. Para ello debe imponer una concentración, una presión y una psicología inmejorable y olvidarse de las estadísticas, pues Osasuna siempre fue eliminado de la Copa del Rey por el Real Madrid. Pero de éso ya ha llovido mucho, la actual plantilla no tiene noticias de 1934, ni de 1940 y eran muy pequeños en 1987.

Javi Gracia no podrá contar con los lesionados Nino, Sisi, Manuel y Armenteros, todos ellos delanteros. Por ello, el paraguayo Acuña, recién incorporado y debutante en Sevilla, quizá tenga un lugar en la punta de ataque.

Alineaciones probables:

Osasuna: Andrés Fernández; Oier Sanjurjo, Miguel Flaño, Arribas, Joan Oriol; Puñal, Raoul; Cejudo, Torres, De las Cuevas; y Acuña.

Real Madrid: Casillas; Arbeloa, Pepe, Sergio Ramos, Coentrao; Illarramendi, Xabi Alonso; Jesé, Di María, Cristiano Ronaldo; y Benzema.

Árbitro: Mateu Lahoz (comité valenciano).

Estadio: El Sadar.

Hora: 21:30, C+.