Atlético de Madrid

Madrid

CR7 se despide del Calderón

En el último derbi en Liga en el estadio rojiblanco, el portugués fue imparable

Cristiano Ronaldo celebra su tercer gol y señala a Bale, que se lo puso en bandeja
Cristiano Ronaldo celebra su tercer gol y señala a Bale, que se lo puso en bandejalarazon

En el último derbi en Liga en el estadio rojiblanco, el portugués fue imparable

Puede que hace un mes Cristiano Ronaldo no hubiese ganado la carrera que ayer le ganó a Savic y que supuso el penalti del segundo gol blanco. Varane despejó con la cabeza un saque largo rojiblanco y la jugada se convirtió en una contra, en un mano a mano entre el defensa del Atlético y el portugués, un instante para mostrar la potencia de un jugador por encima de la treintena. Durante su carrera, Ronaldo ha hecho muchos goles así: retando a la carrera a su defensor, pero por sus años, por su nivel goleador desde septiembre, había algunas dudas de si seguía siendo el futbolista que siempre ha sido.

Savic no supo despejar, se lió y se encontró con las piernas del goleador del Madrid. CR7 no falló le pena máxima, igual que había acertado en la falta que puso por delante al conjunto de Zidane. «¿Qué le dirías a la gente que duda de Ronaldo?», le preguntaron en Movistar a Marcelo. «Nada, que se ponga la repetición del encuentro de hoy», contestó el lateral brasileño. Será que estos ambientes, que tener al campo en contra de manera unánime cuando saltas a calentar, cuando se dice tu nombre, cuando tocas el primer balón, cuando fallas, cuando haces falta o te hacen, cuando respiras, será que una situación así lo motiva más que nunca. No hay jugador más odiado por el Calderón y en el último derbi que puede que se vea en el estadio dejó una huella imborrable y dolorosa para la afición atlética, que pensaba que había cogido la medida a CR7 y a sus compañeros. El portugués es el único futbolistas que ha marcado dos veces tres goles en el Vicente Calderón.

Era la tarde señalada por el Madrid, después del empate del Barcelona contra el Málaga. Tras una temporada buena, pero con algunos días grises, había que llegar al Calderón y dar un golpe de mano contra el rival que tantas veces le ha hecho sufrir y también poner tierra por medio con el Barcelona, al que ahora mira desde más lejos. El partido de ayer abría el primer periodo trascendental de la temporada y el Madrid dio un paso adelante, con Ronaldo a la cabeza

El equipo de Zidane hizo su trabajo más profesional de esta campaña. Ahora todo parece más bonito y más fácil. Lo de ayer fue la confirmación de que Cristiano Ronaldo se ha recuperado para la causa. La mofa del Calderón cuando falló un remate al principio del partido se fue transformando en odio después y en desesperación más tarde, en gritos cuando fue cambiado y al final, en aplausos y ánimo a su equipo, la señal de que se daban por rendidos y se olvidaban el enemigo más odiado, que les había fastidiado la noche del sábado. Había ganado el Madrid, más solidario, que dejaba a Cristiano en punta, con un plan claro: no dejar un hueco y que su mejor rematador decidiera.

Benzema empezó en el banquillo y el portugués fue el 9, más trabajador que nunca. «Ha sido el delantero centro, pero eso no significa que lo vaya a ser siempre. Cada partido es diferente», decía Zidane. Cuando el equipo se replegaba, él tenía que empezar la presión y lo hizo con más ímpetu que otras veces, plenamente consciente de que el esfuerzo merecía la pena.

Y fue depredador, claro.

Porque eso, pese a que esta temporada la empezó con menos ritmo goleador que otras, no se le ha olvidado y no lo va a olvidar nunca. Hizo el primero de falta, con fortuna, el segundo de un penalti que se fabricó él y el tercero, para redondear la noche, a la contra, de delantero centro que acompaña la jugada. En total, remató cinco veces, tres fueron a puerta y fueron gol, como si ayer recuperase toda la eficacia que había estado echando de menos.

Estaba tan satisfecho con su partido que, a diferencia de otras veces, ni siquiera necesitó jugar todo. A falta de menos de diez minutos, Zidane decidió que ya había hecho todo lo que tenía que hacer y le cambió. Se llevó el balón del partido y pone al Madrid lejos del tiro de acción de sus rivales.

Isco vuela en su posición natural

«Me encontraba bien», decía Isco después del partido en el Calderón. Estaba tan a gusto que durante la primera mitad, voló: «Ha estado fenomenal, en la primera parte no ha perdido un balón», explicaba Zidane. Las ausencias en el centro del campo madridista le hicieron un hueco al lado de Kovacic y Modric, al que todos los atléticos habían señalado como el jugador más importante del Madrid. Pero ayer Luka cedió el protagonismo al internacional español, que dominó el centro del campo con su calidad y alumbró a sus delanteros con sus pases. Con Modric y Kovacic detrás de él y Bale y Lucas Vázquez en las bandas, Isco estaba cerca Ronaldo, donde le gusta jugar, más cerca del área y donde no deja de ayudar a sus compañeros. «Nos ha dado mucho», dijo Zidane.