Cristiano, a un toque

Tras seis partidos sin marcar en Champions, recupera su versión rematadora para firmar un doblete y llegar a cien goles en Europa.

Tac... Tac. Con dos toques derribó Cristiano al gigante Neuer y firmó un doblete que a él le permite alcanzar los cien goles en las competiciones europeas y al Real Madrid mirar un poquito más de cerca las semifinales antes de la vuelta en el Bernabéu. Más de seis meses llevaba Cristiano sin marcar en la Liga de Campeones. Había comenzado el torneo con un gol en el estreno ante el Sporting de Portugal y en la segunda jornada de la fase de grupos también acertó en Dortmund. Desde entonces, 197 días y seis encuentros sin anotar en una competición en la que ya es uno de los goleadores históricos y tiene el récord de eficacia en una sola edición. «Me había preparado para llegar bien al último mes y medio y aquí estoy», decía CR en las cámaras de beIN Sports tras el choque, explicando su «pereza» goleadora hasta ahora en esta Champions.

«Si Neuer no está en unos de esos días tan inspirados podríamos haber tenido un mejor resultado», continuó Cristiano, que volvió a negar a los que opinan que es un futbolista que no decide grandes partidos. Trabajó al principio en defensa en la izquierda, igual que hacía Bale en la derecha, por eso al equipo le faltaba presencia arriba y sufría atrás. Ya antes del descanso amenazó con un buen remate al que respondió el portero rival, una pista de que anoche la pólvora del portugués estaba en tan buen estado como la inspiración del guardameta.

El Madrid fue creciendo en la segunda mitad y lo hizo apoyado en el primer golpe de su delantero, que conectó un remate complicado tras un pase de Carvajal. Era su primer grito continental en mucho tiempo. Ya no tenía necesidad de trabajar atrás, los cambios de Zidane le habían dejado en una posición más de delantero y tomó el papel de «killer» de área para dar el triunfo a los suyos. Repitió el luso con un remate con los tacos que sí superó a Neuer, protagonista un poco antes de la parada del mes. Fusiló CR desde el punto de penalti y cuando se cantaba el gol apareció el brazo del portero, que tembló al contactar con el balón, pero evitó el tanto.

«Estaba contento y no, porque ha tenido el tercero también. Su ambición es grande», admitía Zidane, feliz de haber visto la mejor versión de su estrella.