F. C. Barcelona

De perseguido a perseguidor

El Barcelona pierde el liderato de la Liga tras 59 jornadas en lo más alto

Messi, cariacontecido después de uno de los goles del Valencia en el partido del sábado, en el que el Barça fue derrotado
Messi, cariacontecido después de uno de los goles del Valencia en el partido del sábado, en el que el Barça fue derrotadolarazon

«Hoy [por ayer] es un mal día», decía Leo Messi por la mañana en un acto publicitario. Y eso que en ese momento la clasificación seguía reflejando que el Barcelona continuaba primero, a la espera de lo que hicieran el Atlético y el Real Madrid por la tarde. El conjunto de Simeone no falló y 60 jornadas después, el equipo azulgrana se ve por detrás de un rival en la Liga. Desde el primer partido del curso 2012-13, el Barça ha liderado el campeonato. Lo hizo de principio a fin esa temporada, en la que finalizó con el récord de 100 puntos, y lo estaba siendo en ésta hasta ayer, como consecuencia de la derrota contra el Valencia, que no fue una derrota más. «Estoy preocupado», reconoció Martino, un mensaje bien diferente al que ha tenido en otros tropiezos anteriores, donde siempre repetía: «No he visto un retroceso en el juego». La única vez que había cambiado de discurso fue tras el desastre ante el Ajax. No le gustó lo que vio aquel día, lo mismo que el pasado sábado en el Camp Nou. Sí hubo un retroceso en el juego y el equipo falló tanto individual como colectivamente, siendo mucho más grave esto último. Los errores individuales forman parte del fútbol y se repiten cada jornada, pero ante el Valencia, el Barcelona perdió el sentido de grupo. Después de una primera media hora fantástica, en la que perdonó, se descompuso. La presión que tan buen resultado le suele dar, se hizo de forma desordenada y así su efectividad es nula y la defensa queda desprotegida. Como ejemplo, una acción en la que fue Busquets el que recorrió medio campo para apretar al portero Diego Alves, cuando «Busi» es el tapón en el medio y en todo caso se incrustra entre los centrales.

Pedro y Alexis presionaban a destiempo y Messi estuvo exento de esa labor. Pese a ser un duelo que exigía un punto más del habitual en una Liga en la que las derrotas se suelen pagar caras, por momentos se le vio con el freno de mano echado. «He jugado ya varios partidos seguidos, y de cabeza también estoy bien. Lo pasé mal con la lesión, pero ya está todo olvidado», reconoció ayer el argentino, que en 2014 estaba mostrando su versión más solidaria repartiendo asistencias, hasta la segunda parte ante el Valencia. El «10» abusó en exceso de la jugada individual y llegó a perder hasta 24 balones, más de un tercio del total del equipo. Su promedio hasta la última jornada era de poco más de diez pérdidas por duelo. Pese a ello, fue el jugador que más cerca estuvo del empate en el minuto 90. El equipo se quedó sin reacción después de verse con el marcador atrás: el tiro de penalti y otro con la derecha, también de Messi, que paró Alves fueron los únicos lanzamientos a puerta en los segundos 45 minutos. Dani Alves y Leo lanzaron fuera, cerca del poste. Un balance ofensivo escaso en un equipo diseñado para atacar.

«Las opciones siguen intactas, pero empieza una Liga distinta a la que hemos jugado hasta ahora», reconoció Martino. Después de año y medio siendo perseguido, ahora se tendrá que acostumbrar a ser perseguidor, a ganar y esperar el fallo de sus rivales. El Barcelona cortó también una racha de 31 partidos de Liga consecutivos sin perder en casa, en los que sumó 30 victorias y un empate, contra el Real Madrid en el campeonato pasado. Precisamente el conjunto blanco fue el último en vencer en el Camp Nou, el 21 de abril de 2012. Tata Martino buscará rearmar a los suyos a partir de esta derrota porque como dice Valdés: «El margen de error es pequeño».