Restringido

El artífice de todo

La Razón
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Parece que fue ayer cuando Luis Aragonés nos dejó y ya han pasado 365 días que no está entre nosotros, aunque siempre estará en nuestra mente y en nuestro corazón. Luis fue el artífice. El creador de una Selección campeona que acabó construyendo con su sapiencia y su frase inolvidable («aquí sólo vale ganar, ganar y volver a ganar»), que hizo felices a los españoles levantando una Copa de Europa de naciones 34 años después. Aragonés dejó una herencia para que volviéramos a disfrutar dos años después con el Mundial de Suráfrica.

- El sexador de pollos

Luis será recordado como un mito, no sólo en el Calderón, en todos los estadios españoles. Ahí quedan sus títulos con el Atlético; su ascenso tras dos años en el infierno de Segunda; y, claro, el disgusto eterno de la final de la Copa de Europa del 74 cuando le costó romper su amistad con Pepe Reina, recuperada años después una vez olvidado el momento del gol en el último segundo del Bayern. «El Sabio» fue una persona singular. Todos recordaremos sus frases míticas y geniales: «Me dijo un amigo japonés que era sexador de pollos»... «Tengo el culo pelao de estar en la silla eléctrica»... O aquella frase que le dijo al entonces Príncipe después de que éste le entregara una medalla de oro: «Mejor que me diera un sueldo mensual»... Y luego, cada vez que le veía le preguntaba: «¿Cómo va lo nuestro?», y el ahora Rey le contestaba: «Lo nuestro no cambia, sigue igual Luis».

- Siempre recordado

Era tan diferente que casi nunca se puso un traje en los banquillos. Siempre dijo que a él le gustaba el chándal. Hoy imagino al «Pechuga» San Román, que por cierto ha estado malito, aunque ya se ha recuperado, llorando por ti y recordando tantos y tantos chascarrillos sabios. Siempre en nuestro recuerdo, Luis...