Atlético de Madrid
Messi campeón
El Barcelona no desaprovechó la ocasión. Debía ganar para ser campeón –sin pensar en el Real Madrid– y eso hizo. Messi marcó el gol del triunfo en un partido que sólo tuvo el color azulgrana porque el Atlético se paró a los diez minutos y luego se refugió en su campo en espera de que el conjunto de Luis Enrique no tuviese su tarde. Así era muy complicado sobrevivir y cuando Leo acertó con Oblak, tras una perfecta pared con Pedro, la suerte estaba echada. Las señales de vida atacante en el conjunto rojiblanco eran tan escasas que nadie dudó en el Calderón de que el Barça iba a hacer los deberes sin esperar a la última jornada.
Y fue Messi quién rubricó el triunfo. El mejor jugador del mundo estuvo, simplemente, bien. Sin llegar a la excelencia de otras veces, lo mejor que se vio ayer salió de sus botas y de su cabeza. Tardó en entrar en juego, el tiempo que tardó el Atlético en esconderse en su área, en olvidarse de que hay que ir al área rival para intentar ganar. Con esperar una acción aislada no es suficiente. Los milagros no llegan cuando el enemigo es superior y ya le pasó a Simeone en el Bernabéu. De tanto esperar una oportunidad para cazar al contrario es éste el que consigue cazarte.
En los diez minutos en los que el Atlético quiso sorprender al Barcelona con una buena presión y alguna llegada al área (lanzó tres córners) apareció la figura de Bravo para meter una mano s un cabezazo de Giménez. Al final del encuentro haría lo mismo a un tiro de Siqueira cuando ya el «alirón blaugrana» era más que una realidad. Entre tanto, el Atlético hizo poco por ganar, mucho por defenderse para evitar que el Barcelona impusiera su ley.
Pero el legislador azulgrana es Messi, que asume la responsabilidad para llevar a los suyos al éxito. Fue el primero que probó a Oblak. Con un remate y un cabezazo que detuvo el esloveno. Después de un tiro a las nubes, hubo otro remate de cabeza, que pegó en la mano de Juanfran y que pareció penalti claro. Undiano no lo vio así, pero el Barcelona no se desesperó. Sabía que con paciencia, con mover el balón con criterio –aunque le faltó intensidad y la quinta marcha en muchas jugadas–, el Atlético sería fruta madura. Porque los de Simeone sólo trabajaban en su campo. Desde la presión de Griezmann y Torres hasta la fortaleza de Giménez y Godín todo pasaba por evitar el uno contra uno o la superioridad en banda.
Manejaba el Barcelona los tiempos del partido con un Pedro muy combativo para que nadie se acordase de Luis Suárez y con un centro del campo que tenía más claridad: Busquets, firme en su trabajo, con Rakitic generoso en el despliegue y con Iniesta aportando su juego entre líneas. Para Gabi y Mario el trabajo era exhaustivo. Arda y Koke les ayudaban, pero cuando el equipo recuperaba la pelota le duraba muy poco. Juanfran y Siqueira no se desplegaban como otras veces por la banda y el Atlético trataba de hacer de la defensa virtud. Ya se sabe que a Simeone no le importa no tener la pelota. Lo que sucedió es que apenas hubo transiciones y nunca Torres y Griezmann tuvieron ventaja ante Piqué y Mascherano.
Con un paradón de Oblak a disparo lejano de Alves se puso fin al primer acto. Para entonces el Barça era campeón porque el Madrid no ganaba y el Atlético tenía asegurada la tercera plaza. Pero todo cambió en la reanudación. Protestó Griezmann un remate suyo a la cara de Iniesta por entender que hubo mano, pero fue el Barça el que se puso las pilas. Sin llevar la máquina a tope, bastaba el toque y la distinción de Messi, el trabajo de Pedro y las cositas de Neymar e Iniesta –intermitentes los dos en su juego– para imponerse.
Y cuando Messi batió a Oblak (min 65) el título comenzaba a volar a Canaletas. El Atlético, pese a los cambios de Simeone, no mejoraba. Arriesgaba con Mandzukic, Torres y Griezmann. Como nadie les ponía un balón en condiciones, daba lo mismo. El equipo era una nulidad en ataque y el Barça, sin arriesgar, se dejaba ir en pos del título. Luis Enrique dio entrada a Mathieu, Xavi y Rafinha. El partido se puso feo por culpa de Neymar, pero, al final, reinó la cordura. Y tan amigos.
Ficha técnica
0 - Atlético de Madrid: Oblak; Juanfran, Giménez, Godín, Siqueira; Arda (Mandzukic, m. 72), Gabi, Mario (Raúl García, m. 67), Koke; Griezmann y Torres (Saúl Ñíguez, m. 80).
1 - Barcelona: Bravo; Alves, Piqué, Mascherano, Alba (Mathieu, m. 79); Rakitic (Rafinha, m. 86), Sergio Busquets, Iniesta (Xavi, m. 81); Messi, Neymar y Pedro.
Gol: 0-1, m. 65: Messi bate a Oblak tras una pared con Pedro.
Árbitro: Undiano Mallenco (C. Navarro). Amonestó a los locales Koke (m. 52) y Gabi (m. 75) y a los visitantes Pedro (m. 29), Alves (m. 31), Neymar (m. 90) y Messi (m. 90).
Incidencias: partido correspondiente a la trigésima séptima jornada de la Liga BBVA, disputado en el estadio Vicente Calderón ante unos 54.000 espectadores. Lleno.
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