Manchester City
El día del «Spanish Swansea»
El cuento se ha hecho realidad y, como ya ocurrió en aquella famosa película de Disney, el cisne se ha convertido en princesa. O mejor dicho, en príncipe. El «Spanish Swansea» levantó ayer su primer gran título tras golear 0-5 al Bradford, un matagigantes de la Cuarta División inglesa que llegó a la final tras dejar por el camino a Wigan, Arsenal y Aston Villa. Un triunfo más histórico que épico si, además, tenemos en cuenta que hace doce temporadas era el Swansea el que luchaba en las categorías inferiores de la Premier League y sólo conocía las mieles del éxito en la Copa de Gales.
Los «cisnes», dirigidos por Laudrup y comandados en el campo por los españoles Pablo Hernández, Rangel, Michu y Chico Flores –ayer baja por lesión– demostraron que su éxito se basa en la identidad de su juego, ese que tan de moda se ha puesto en Europa en los últimos años, el del toque y la pausa. Y así saltaron a Wembley, dispuestos a hacer historia y a convertirse en el segundo equipo galés que gana un trofeo en Inglaterra, después de que en 1927 el Cardiff City levantase la FA Cup. Al Swansea no le hizo falta mucho para derrotar a su rival, un tímido Bradford que firmó su sentencia de muerte al dejar el balón a los galeses. El recital comenzó en el minuto 15, cuando un rechace de Duke tras un tiro de Michu cayó en los pies de Dyer, que firmó el primer tanto. El segundo llegó, como ya es habitual, con Michu. El asturiano sumó ayer su gol número 19 en los 33 partidos que ha disputado en Inglaterra y se consolidó como el pilar de su equipo. Tras el descanso, otro gol de Dyer y la expulsión del portero Duke terminaron de mermar cualquier esperanza del Bradford, que ya se encontraba totalmente acorralado en su área y sólo esperaba enganchar algún balón por alto para construir y llegar a la portería del Swansea. Con el encuentro sentenciado, a los «batman» sólo les quedaba disfrutar. Dejar una buena imagen ante una afición entregada y llevarse el sabor de lo que supone disputar una final en Wembley, el césped de las grandes citas.
Su fútbol no daba para más. El partido terminó igual que había comenzado, con un soliloquio del conjunto de Laudrup y dos goles de De Guzmán que desataban la locura y daban comienzo a la gran fiesta de los galeses sobre el terreno de juego. Pero esta vez ya como vencedores de la Copa de Inglaterra y con el ansiado trofeo entre sus manos, ese que han conquistado después de haber batido, entre otros, a Chelsea y Liverpool. Laudrup sonreía. No era para menos. Él ha sido el artífice de la gran revolución del «Spanish Swansea», un equipo que se lleva, de regalo, el pasaporte europeo para el año que viene.
CELEBRACIÓN «MADE IN SPAIN»
Ayer Wembley se tiñó de rojo. La bandera española, la muleta y el español fueron los protagonistas de la fiesta del Swansea que comenzó en el césped tras el pitido final. Laudrup lidera un proyecto en el que Michu, Chico, Rangel y Pablo Hernández conforman la espina dorsal del equipo galés. Y ayer, como no podía ser de otra manera, también fueron ellos los que llevaron la batuta en la celebración. Chico no pudo jugar por lesión, pero eso no le impidió saltar al terreno de juego a torear después del partido. Ataviado con un sombrero cordobés, con una bandera de España atada a la cintura y otra del Cádiz, el jugador español deslumbró a los ingleses con sus capotazos. También se acordó de aquellos que ya no están y mostró una camiseta en la que podía leerse «Los españoles y el fútbol no os olvidan. Puerta, Jarque, Miki Roqué y Preciado».
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