Fichajes
El duelo que ganó Busquets
Obligado por el empuje del canterano, Yaya Touré abandonó el Barça el verano de 2010 para convertirse en el referente del Manchester City
Si hay una posición que define el estilo del Barcelona, ésa es la del «4», la de pivote único. Un puesto por el que pasaron Milla, Guardiola... y Yaya Touré, fichado por Frank Rijkaard en el verano de 2007. «Era un tío magnífico y se adaptó muy bien a las circunstancias. Podía actuar en diferentes sitios, pero le utilizamos más de pivote, sabiendo que tenía una gran fuerza física», recuerda Juan Carlos Unzué, segundo entrenador del Celta y por aquella época miembro del cuerpo técnico del Barça como preparador de porteros. Al año siguiente llegó Guardiola al banquillo desde el filial y subió con él a Busquets, otro «4», con el que Touré estuvo compartiendo puesto durante dos cursos. En el primero, el costamarfileño disputó más minutos que el recién llegado. Al año siguiente, la situación cambió. «Había partidos para los dos, pero Yaya sintió que los duelos más importantes, los comprometidos, los que todos quieren jugar, los disputaba algo más "Busi"», prosigue Unzué. Touré siempre fue un gran profesional con la camiseta azulgrana e incluso cuando el equipo lo necesitó, como en las semifinales y la final de la «Champions» de 2009, actuó en la posición de central. O jugó infiltrado un tiempo con una hernia de disco que le impedía moverse al día siguiente del partido, cuando se pasaban los efectos de la anestesia. «Era un tío valiente», lo define Unzué. La competencia era sana, pero Busquets iba empujando al africano, que en 2010 decidió cambiar de equipo. Llegó una oferta de 30 millones del Manchester City y no se lo pensó. «Si no hubiera sido por Busquets, habría seguido», reconoció. «Aceptó su rol, pero cuando sintió que no podía aguantar más, tuvo la claridad de ideas de irse. No era una decisión fácil, porque en esa época todos los futbolistas querían jugar en el Barcelona», narra el ex entrenador de porteros. El Barça fichó entonces a Mascherano, pero el argentino también se ha tenido que adaptar a un nuevo lugar: el de central. La posición de «4» es para «Busi». «Es un puesto muy específico, Yaya era más físico, pero entiendo que difícilmente el Barça va a encontrar a nadie mejor para actuar ahí que Busquets», opina el ayudante de Luis Enrique en el Celta.
Touré se marchó para crecer y en el City fue durante años el futbolista mejor pagado del mundo. «Cuando estaba en el Barça debía tener el balón para organizar. Todo giraba en torno a la posesión. En el City tengo más libertad y puedo hacer lo que quiero», ha confesado el jugador en una entrevista a la revista «Champions Magazine». «Es corpulento, tiene más llegada que Busquets, puede conducir el balón, dividir, pasar», lo analiza Unzué. Es un referente en el City y con esa libertad, también un goleador: es el cuarto máximo anotador de la Premier con 13 tantos. En algo sí coinciden los dos mediocentros: «El Barça/City es el peor rival con el que nos podíamos enfrentar». Mañana, Yaya se volverá a medir a Busquets, pero esta vez cara a cara en el centro del campo. La otra batalla se la llevó el español.
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