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Atlético de Madrid

El eslabón

La Razón
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España no maquilló su enorme fracaso en este aciago Mundial con su triunfo ante Australia, pero al menos los que salieron ayer no nos dejaron el tufillo de escozor extremo que habría producido otra sonrojante derrota. Más allá del once que dispuso Del Bosque entre las «oportunas molestias» de algunos y los bajonazos de otros, y de los movimientos tácticos en el adiós (todo sin alardes, pero al fin entradas por las bandas con Alba y un Juanfran, que debió ser titular antes), el «partido marrón» nos dejó a Iniesta como eslabón entre los que se van a ir y los que vendrán, sea revolución, voladura controlada...

Iniesta, de Xavi

Iniesta asumió el papel de Xavi en el medio junto a Alonso y Koke. Suyos fueron el control y los mejores pases, magistral el que lanzó en profundidad a Juanfran para que éste llegara a la línea de fondo y cediera el gol al taconazo genial de Villa, y también el que le dio a Torres. Curioso: marcaron el Niño y el Guaje, los goleadores de esta última época, la pareja de ataque del recordado Luis Aragonés...

Y es que decíamos ayer... Seis años y un día después España cierra un ciclo maravilloso que arrancó en la Eurocopa 2008 con aquel gol del Niño Torres. Y Villa se despide enfadado: le faltó tacto esta vez al seleccionador, no debió cambiarle, estaba disfrutando e hizo su gol 59, todos en pie ante el máximo goleador de la historia de la Selección. En fin, un Mundial frustrante y al menos, eso sí, con el nombre y apellido del eslabón: Andrés Iniesta.