China
El fútbol, la perla del dragón chino
China, la segunda potencia económica del planeta, se ha embarcado en un proyecto de desarrollo del fútbol que pretende el beneficio para el país y para su innumerable población
Quien más y quien menos es conocedor de la relación que ha tenido la figura del dragón en la cultura china. Durante siglos, el dragón fue el emblema del imperio. El trono del emperador se llamaba el trono del dragón. Para anunciar que el emperador había muerto, se decía que había ascendido al cielo sobre un dragón. En China ha sido tradición representar al dragón con una perla, que suele tragar o expeler; y en cuya posesión, como sucede en el fútbol con la pelota, radica su poder, la potencia de su primacía.
China, la segunda potencia económica del planeta, se ha embarcado en un proyecto de desarrollo del fútbol que pretende el beneficio para el país y para su innumerable población. Xi Ping, presidente de la gran república de Mao, lo ha denominado "el sueño del fútbol", una fantasía que toma cuerpo en objetivos concretos: entre otros, la organización de un Mundial en el país asiático, el incremento del nivel de su balompié, así como la promoción de los valores saludables mediante la práctica del deporte.
El plan consiste en relacionar lo que el fútbol español puede ofrecerle a China y lo que la inquietud china puede rendirle a España. Si los más de mil trescientos millones de chinos se pusieran de acuerdo para dar un salto al unísono modificarían la órbita de la Tierra, cabría imaginar qué ocurriría si una parte de ellos, pongamos que la mitad, se abonara a PPTV, la plataforma televisiva que ha adquirido los derechos de la Liga Santander. Si una parte de la población china aportara un sencillo euro al año podría reunirse una suma cercana a la de los presupuestos de los clubes de Primera y Segunda de una temporada.
Del interés del fútbol español en China y del público chino en el fútbol español ha dado fe la reciente gala organizada por la Liga de Fútbol Profesional (LFP). En ella, Ángela Qi, una ciudadana china residente en Alcobendas, actuó de presentadora y maestra de ceremonias. "Fue una noche fantástica", describe la también directora de proyectos de Henkuai, una consultora de relaciones hispano-chinas. "Me hizo mucha ilusión poder representar a China en un evento con tanta repercusión internacional", dice al referirse a un evento que se emitió en unas 180 televisiones de 150 países.
La presentación de la gala, como es natural, se desarrolló en español, aunque no faltaron interludios en chino dirigidos a los espectadores del país asiático. "Es muy bueno para el fútbol español. Cuanto más hagamos por comunicar la imagen de España en China más fácil será para que España, que es también mi hogar, sea más importante en China y haya más oportunidades", afirma Qi.
Se trata de una simbiosis, de un fructífero mutualismo: "Fundamentalmente es ayudar a desarrollar la imagen de España en China y la de China en el mundo", resume Carlos Sentís, fundador y director general de Henkuai. "Los chinos adoran el fútbol. Se levantan de madrugada si hace falta para ver los partidos. Los acuerdos de colaboración entre los dos países son muy importantes. Ayudar a China a lograr sus objetivos de desarrollo futbolístico ofrece además una oportunidad de posicionarnos en el mercado potencialmente más grande del mundo", explica Sentís.
La presencia de ambos mercados es ya evidente. A la citada compra de los derechos televisivos debe añadirse la creación de la escuela de fútbol de Evergrande en Guangzhou, en la que colabora la Fundación Real Madrid, los patrocinios en equipos como el Deportivo, Barcelona, Betis, Sevilla, Atlético de Madrid, Rayo Vallecano o Real Sociedad y, algo impensable hasta hace bien poco, la inversión directa en algún club de la máxima categoría, como la compra de un 20% de las acciones del Atlético de Madrid o la adquisición del Espanyol y del Granada.
De la importancia de China como proveedor, cliente, inversor o competencia nadie discute ya a estas alturas. Quizá se antoje por tanto necesario anticiparse, como lo hizo la Liga inglesa. "Los ingleses llevan más tiempo posicionándose, pero en España no se está haciendo nada mal", asegura Sentís, quien añade al respecto que "la imagen de la Liga es muy buena. Y, si se les pregunta a los chinos por España, te hablan de fútbol. Y no sólo del Madrid o del Barça", señala.
La familiarización con el fútbol no únicamente comporta cuestiones mundanas (contar los puntos frente a los del rival) o acaso cuestiones estéticas (asombrarse con una jugada trenzada desde una portería a otra). En el caso que ocupa, el fútbol podría consistir en un tipo de 'poder blando' que alcanza varias utilidades. "China te afecta y es imprescindible la colaboración a largo plazo en todos los niveles para lograr la mejor relación y posición posibles para nuestras instituciones y nuestras empresas", explica un Sentís que sabe chino, su lengua, su sociedad, su historia, los dragones y sus perlas.
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