Copa del Rey
El Madrid reduce al Atlético
En un partido sucio, con mucho juego subterráneo, de peleas a escondidas, amenazas y golpes tardíos, en un duelo que el Atlético quiso enredar para salirse con la suya, el Real Madrid con Di María a la cabeza lo fue desenredando, con la paciencia y la solidez con las que juega estos últimos partidos.
En un partido sucio, con mucho juego subterráneo, de peleas a escondidas, amenazas y golpes tardíos, en un duelo que el Atlético quiso enredar para salirse con la suya, el Real Madrid con Di María a la cabeza lo fue desenredando, con la paciencia y la solidez con las que juega estos últimos partidos. Llegó el líder de la Liga, el Atlético, que parecía que había comido la moral al vecino y se fue con tres goles y la eliminatoria perdida en el primer choque. La vuelta se ha convertido en un trámite tras lo visto ayer. Sólo una vez estuvo el conjunto rojiblanco a punto de meterse de nuevo en un encuentro al que nunca le cogió la medida. Fue un remate de Godín que sacó en la línea Modric. Durante el resto del choque los de Ancelotti fueron superiores. En pelea, en intensidad y en fútbol. El Madrid tiene un plan que ha ido tejiendo desde que Ancelotti encontró la clave del 4-3-3. El Atlético se quedó sin plan desde el gol de Pepe.
Decía el entrenador italiano que había llegado el momento de demostrar de qué madera está hecho el equipo ahora que llega la hora decisiva, con estas semifinales y la «Champions» en el horizonte. Era el día para dejar claro que es muy distinto al que por única vez se quedó sin marcar en la Liga, en el derbi. No fue el grupo desnortado, sin imaginación para superar al rival, sino que se mostró como un equipo firme y serio, que entró en la pelea que le propuso el contrario, sin rehuir un golpe y tuvo más fútbol para terminar con tres goles.
Fue el día perfecto para Di María, que se mueve como nadie en los partidos de trompicones y en los que se necesita habilidad y aguante para salir de las embestidas. El argentino es trabajador y habilidoso. Ancelotti le considera imprescindible por lo que demostró ayer: por el esfuerzo en el centro del campo para cubrir espacios y recuperar el balón y por su talento para inventar cuando está cerca del área. Di María ganó el encuentro de principio hasta que fue sustituido aplaudiendo al Bernabéu. Parece del siglo pasado la polémica, de otro jugador, distinto a éste que encontrado su lugar. Fue el futbolista regateador en el primer gol, cuando tras un quiebro dejó atrás a dos rivales y le puso el balón para que entre Pepe e Insúa cambiaran los planes del Atlético. En el segundo tanto, se inventó un pase para que Jesé culminara una noche en la que se sintió capaz de burlar siempre a su defensor; y por último, Di María marcó el tercero tras robar un balón y cambiar Miranda de sentido su disparo a puerta.
La red del Atlético no encontró la manera de parar al argentino ni de superar en ningún momento al rival. En el centro del campo, Modric y Xabi acompañaron a Di María a reducir a la nada a un Atlético que necesita la intensidad para poder competir. Ayer, sin embargo, se encontró con un Madrid más intenso, más metido e inabordable.
En el ataque, con Turan desaparecido y Diego pensando más en eliminar al rival que en crear, Simeone fio todo a Diego Costa, que ayer estaba en su perfil peleón. Sacó una amarilla con Pepe y después se llevó otra ante la risa indisimulada del central madridista. El duelo que tuvieron ambos fue tan épico como marrullero, si es que los dos términos son compatibles. A Pepe le ayudó Arbeloa, que no está dispuesto a dar un paso atrás nunca. El problema del lateral es que fue más imprudente que su compañero y a punto estuvo de meter a su equipo en un lío. Clos Gómez, mirado con lupa, intentó evitar las batallas entre futbolistas, pero era una misión imposible. Si no era Diego Costa y Pepe, eran Ramos y Godín: en cada saque de esquina mantenían una conversación que nunca llevaba a nada bueno. El diálogo, en casos así, sólo sirve para empeorar más las cosas.
Era un partido para que el Madrid diera la cara y lo que se vio fue que está preparado para disputar lo que ambiciona. Si alguien había puesto en sospecha los partidos de enero por la calidad del rival, ayer confirmó que le han servido para ganar confianza. Ganó la pelea y jugó con comodidad cuando el Atlético se supo inferior. Su plan era enredar al Madrid, pero el equipo blanco sabe lo que quiere: tiene la primera final a mano.
Ficha técnica:
3 - Real Madrid: Casillas, Arbeloa, Pepe, Ramos, Coentrao, Xabi Alonso, Modric, Di María (Illarramendi, m.82), Jesé (Isco, m.84), Cristiano Ronaldo y Benzema (Morata, m.73).
0 - Atlético de Madrid. Courtois, Juanfran, Miranda, Godín, Insua, Gabi, Koke, Raúl García (Sosa, m.70), Diego (Cristián Cebolla'Rodríguez, m.46), Arda Turán (Adrián, m.61) y Diego Costa.
Goles: 1-0, m.18: Pepe; 2-0, m.58: Jesé; 3-0, m.74: Di María
Árbitro: Carlos Clos Gómez, del Comité Aragonés. Mostró tarjeta amarilla a Pepe (m.24), Diego Ribas (m.27), Diego Costa (m.61), Juanfran, m.77), Miranda (m.87) y a Simeone (m.84).
Incidencias: encuentro de ida de las semifinales de la Copa del Rey disputado en el estadio Santiago Bernabeu ante 74.278 espectadores. Antes del inicio del partido se guardó un minuto de silencio en memoria de Luis Aragonés,
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