Fútbol
Gareth Bale: el galés es un ave Fénix
Marcó rápido, pero, inexplicablemente, el Madrid se vino abajo. Remontó el Rayo... y llegó la locura, las expulsiones... Un drama.
En un partido condicionado por las expulsiones, el galés asumió el rol de protagonista. Marcó cuatro goles, el primero de ellos cuando todavía estaban once contra diez. En la segunda parte había poca historia, y se dio un festín. Fue resolutivo sin espacios y letal a la carrera. El potro volvió a cabalgar. Ahora le falta tener más regularidad.
Una tragicomedia
Un minuto, gol de Danilo ¿llega la calma? Falso. El guión del partido se lo habían encargado a Alfred Hitchcock, el maestro del suspense. Con el 1-0, lejos de llegar el control y el sosiego del Real Madrid, comienzan los sobresaltos. Los de Jémez se lanzan a un acoso suicida. En cinco minutos, dejan en evidencia todos los defectos y fallos defensivos de un conjunto local sin orden ni concierto. Lo que parecía imposible se confirma: 1-2, una película de terror. Tiembla el Bernabéu. En el minuto 15, el guionista provoca una metamorfosis: expulsión de Tito, otro partido, preludio de una goleada. En el 30, un árbitro gallego realiza un exorcismo: penalti y expulsión... Comienza la comedia. El guionista opta al Oscar. El fútbol sufre. La afición del Real Madrid no lo acepta. El segundo acto sobró, los goles iban cayendo uno detrás de otro. Solamente el respetable pensando en pasar unas felices Navidades.