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«Hay una factura política en todo esto»

El presidente se siente perseguido por «ciertos poderes del Estado»

«Hay una factura política en todo esto»
«Hay una factura política en todo esto»larazon

Bartomeu fue a 8tv, una televisión privada en Cataluña, a dar su versión de los hechos, quizá a defenderse, y lo que hizo enseguida fue buscar un culpable. Adoptó el papel de víctima de muchos poderes. «La gran pregunta es ¿qué está pasando? Pasa que hemos fichado a Neymar. Hay alguien que no quería a Neymar», dijo nada más comenzar y después fue señalando sin señalar a todos los que considera culpables de que él, como presidente del Barcelona, esté en la situación en la que está: «No quiero hablar de clubes pero no agradó que Neymar prefiriera al Barça a otro club», aseguró ayer. Como si todo fuese una conspiración que ha nacido en Madrid sin que el Barcelona sea responsable de nada. Al revés, es víctima. Han ido a por él. Y no sólo es un asunto deportivo. Hay más: «Estoy convencido de que a ciertos poderes del Estado no les ha agradado que un club catalán fichara a Neymar». Y van a por todo lo que huela a azulgrana: «Están inspeccionando fiscalmente a varios jugadores del Barcelona... si pasara con casi todos los de la Liga. ¿Es esto es una casualidad?». Y en parte, todo sucede porque «hace un año cedimos el Camp Nou para el Concert per la Llibertat, jugamos con la senyera el 11 de septiembre, quizá eso no ha gustado. Hay una factura política en todo esto».

Y todo es un plan preparado: «Hace un año hubo imputación de Rosell cuando Neymar jugaba bien. Cuando el Barça juega bien, otra imputación. Igual es casualidad que cuando el Barcelona empieza a ganar la Fiscalía se mueva en menos de 24 horas». Es decir, que las noticias salen para perjudicar al Barcelona. «Alguien, con poder, ha hecho estos movimientos. No encuentro otra explicación». Y llega a esa conclusión porque «tantas casualidades juntas hacen pensar mal, cómo actúa la Fiscalía, el juez... Hace muchos años que no se veía un caso así». Según la versión de su presidente, el Barcelona es un club perseguido sin motivo alguno: «Volveríamos a hacerlo todo igual, porque lo hemos hecho bien y estamos tranquilos. Trajimos a un crack por un precio bajo», insistió: «El precio del fichaje de Neymar sigue siendo el que dijimos, 57 millones de euros». Nada ha pasado desde entonces y el Barcelona, además de víctima, es completamente inocente: «El Barça no ha actuado con ánimo de defraudar impuestos. Ni de delinquir. Aquí nos encontrarán, se debe frenar esto».