Iniesta recupera a España

DESPEDIDA DIGNA DEL CAMPEÓN

Del Bosque apostó por un once entre las despedidas y el futuro. Un equipo competitivo que venció a la pereza de un partido incómodo, sin nada en juego después de un Mundial desastroso. Pese a que el comienzo no fue bueno, España se fue entonando con la participación y las ganas de hombres como Iniesta. Fue reconocible por fin en un campeonato en el que apenas había mostrado retazos en el estreno ante Holanda. Villa dijo adiós con gol y Koke mostró la medida de lo que puede dar. Todos ellos acabaron con las ilusiones australianas, que querían marcharse ganando al todavía campeón.

BANDAS EN LA ROJA, POR FIN

En Curitiba, la Selección española recuperó por fin las bandas, una de sus armas letales. Aunque tiene muchos futbolistas para jugar por dentro, la llegada por sorpresa de los laterales siempre había sido decisiva. Con Juanfran y Alba se logró profundidad por ambos lados. Fue lo más ofensivo para recuperar la amplitud y, desde ahí, llegar al gol. Juanfran fue hasta la línea de fondo (la primera vez que España lo hace en el Mundial) y dio el «pase de la muerte» para que anotara Villa. Por detrás, Iniesta y Cazorla fueron los lanzadores, los pasadores perfectos para las entradas por las alas.