James, «cazado» a 200 por hora camino de Valdebebas

Podía haber sido un entrenamiento más para James Rodríguez, el primero de 2016, pero el colombiano llegaba con prisa y perseguido por la Policía a Valdebebas.

Podía haber sido un entrenamiento más para James Rodríguez, el primero de 2016, pero el colombiano llegaba con prisa y perseguido por la Policía a Valdebebas. Los agentes, que viajaban en un coche camuflado, detectaron el vehículo del madridista cuando los adelantó por la izquierda a la altura del kilómetro 1 de la M-40 «a gran velocidad». Los policías activaron la sirena y comenzaron a perseguir al futbolista, al que aún no habían identificado. Al tratarse de un vehículo de alta gama sospecharon que podía tratarse de un coche robado y en la persecución llegaron a superar los 200 kilómetros por hora en una vía cuyo límite se sitúa en los 100. La «carrera» finalizó a la entrada de Valdebebas, donde los agentes debieron identificarse ante el jefe de seguridad del recinto antes de que les permitieran acceder al interior. «A mí me da igual. Le íbamos persiguiendo a 200 km/h por la M-40», se les escucha explicar en un vídeo difundido por el diario «As».

Una vez dentro, el futbolista justificó el exceso de velocidad porque llegaba tarde al entrenamiento y se excusó afirmando que no había visto ningún coche de policía detrás del suyo y que no escuchó las señales acústicas porque llevaba la música muy alta. Los dos agentes que persiguieron a James Rodríguez aseguran que no lo detuvieron por ser un personaje público, ya que está plenamente identificado y localizado y no hay riesgo de fuga. Los agentes han propuesto una sanción por una «infracción grave de desobediencia» que deberá determinar la Delegación del Gobierno. Además, la Policía Nacional comunicará este hecho al juzgado y a la fiscalía para que citen a declarar en los próximos días al jugador colombiano y poder determinar así si su actuación es constitutiva de un delito contra la seguridad vial.