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Keita, sobre el botellazo a Pepe: «Me escupió»
Keita no saludó a Pepe y le lanzó una botella. Le acusa de escupirle antes del Madrid-Roma
Madrid- Dicen que donde hubo fuego, quedan cenizas. Eso es lo que pasó cuando Keita se negó a saludar a Pepe en los momentos previos al inicio del encuentro de pretemporada entre el Real Madrid y la Roma. El ex jugador del Barcelona retiró la mano cuando el portugués se inclinó y después le lanzó una botella de agua que impactó sobre el hombro del futbolista blanco, lo que desembocó en una trifulca entre los componentes de ambos equipos. El motivo: «Pepe me llamó mono en un clásico. Él me escupe y yo lanzo la botella. Lo siento por mi actitud», afirmó Keita en las redes sociales y, horas después, añadió: «No veo por qué tendría que darle la mano, ya que a sus ojos no soy un ser humano. Cuando jugaba en el Barça me llamó macaco».
Eran los restos de la batalla más recordada de los últimos tiempos, que tuvo como protagonistas a los futbolistas del Real Madrid y del Barça y que escribió innumerables capítulos tanto en la Liga como en Europa entre 2008 y 2012. El método de sus entrenadores, Mourinho y Guardiola, chocó frontalmente hasta el punto de que jugadores del mismo país y que compartían vestuario en las convocatorias de la Selección se convirtieron en enemigos casi irreconciliables.
Pepe fue uno de los señalados por su juego siempre al límite, pero no fue el único. Busquets, Alves, Arbeloa, Xabi Alonso o el propio Keita tampoco dieron ejemplo y en cada clásico se enzarzaban con una agresividad insana que sobrepasaba los límites del fútbol. Además, los técnicos de los dos conjuntos no ayudaban a enfriar la situación. Mourinho casi atacaba el juego o las victorias del Barcelona. Pep tampoco se cortó e incluso llegó a afirmar que el portugués era «el puto amo en la sala de prensa». Todo ello iba en detrimento del deporte y alimentaba un odio innecesario, que llevaba a ambos conjuntos hasta fronteras insospechadas. Estos comportamientos manchaban la imagen tanto del Madrid como del Barcelona y sólo llevaban a batallas personales fuera del terreno de juego. Las aguas sólo se apaciguaron cuando los capitanes de ambos conjuntos se llamaron por teléfono para manejar una situación que era insostenible.
Sin embargo, parece que todavía quedan rivalidades pendientes y que muchas de las enemistades aún perduran en el tiempo, como se vio en el amistoso entre Real Madrid y Roma, que terminó con victoria italiana (1-0) gracias a un gol de Totti. «Espero que la gente sea capaz de ver en la televisión lo que pasó con Pepe y Keita. Los campeones nunca deben comportarse así», afirmó Rudi García, entrenador de la Roma.
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