F. C. Barcelona
La orquesta de Iniesta
Andrés Iniesta podría jugar al fútbol vestido con un esmoquin y no desentonaría. Es como un director de orquesta, siempre con la cabeza levantada mirando a sus músicos y dirigiendo la melodía. Mima el balón como Herbert von Karajan blandía la batuta. Suena una trompeta por la izquierda y aparece Alba, que recibe un pase preciso del manchego. Suenan tambores por el centro y Alexis recibe milimétricamente el balón para inaugurar el marcador. El Barça fue ayer una orquesta perfecta, una orquesta afinada, una orquesta dirigida por un Iniesta inmenso en una matinal de goles en el Camp Nou. Hasta seis disfrutaron los seguidores azulgrana, que poblaron las gradas con cientos de niños felices de poder disfrutar de sus ídolos por primera vez en muchos casos.
Después de exprimir a los once jugadores en los que tiene más confianza en las últimas jornadas, Tito Vilanova y Jordi Roura decidieron ayer hacer rotaciones. Venían los azulgrana de dos empates consecutivos y tras una semana muy cargada con largos viajes de sus jugadores internacionales. Hubo cambios en todas las líneas, pero no en el estilo de juego. Un estilo que ayer recuperó su máxima expresión ante un Getafe completamente desarbolado. Quiso Luis García imitar a Valencia y Real Madrid adelantando la línea defensiva para reducir los espacios y dificultar el juego al Barça. Hubo un tiempo en que para frenar al conjunto azulgrana, los rivales se encerraban atrás. La moda ahora es la de adelantar las líneas. El problema es que la defensa deja mucho espacio a su espalda y es innegociable controlar a los pasadores del otro equipo. Un despiste y estás muerto.
Cinco minutos tardó el Barcelona en desnudar las carencias «azulonas». Los que tardó Iniesta en recibir un balón en el centro del campo, dar un pase preciso ante la diagonal de Alexis y ver cómo el chileno rompía su mala racha con el gol con un disparo raso y cruzado. El pentagrama perfecto.
Todo el Barcelona estuvo ayer a un gran nivel, pero cabe destacar al centro del campo. Song brilló haciendo de Busquets, aunque no jugando como él. Más lento en la combinación, el camerunés estuvo impecable en la recuperación y se incorporó con facilidad en ataque. Con Iniesta al control de los mandos, Thiago remató el trío con su partido más completo de la temporada. Brillante en el pase y en la dirección, el mayor de los Alcántara estuvo tan generoso como siempre. Tuvo el gol en sus botas, pero cedió a Messi para que anotara el segundo cuando aún no se había alcanzado el cuarto de hora.
Jugaba el Barça. Se defendía el Getafe. Entre uno y otro, Iniesta iba componiendo su sinfonía particular. Una bicicleta por aquí. Un quiebro impensable por allá. Un control inconcebible con la espuela sin mirar el balón más allá. Un recital para iluminar una inédita mañana de fútbol en el Camp Nou. No es ninguna sorpresa porque el «Von Karajan» de Fuentealbilla está firmando una temporada de esas para llamar a la puerta del Balón de Oro. No meterá 50 goles como Messi, pero el fútbol quedaría igual de huérfano sin él.
Fue un partido muy positivo para los intereses azulgrana. Messi jugó por primera vez con Alexis y Villa en los costados y se entendieron a la perfección. Además, acabaron goleando los tres. El Barça llegaba al área de Codina por todos los lados. Adriano y Alves por la derecha, Messi por el centro y Jordi Alba e Iniesta hacían maravillas por la banda izquierda. Alba crece cada día que juega y se confirma como el mejor fichaje del Barcelona en años. No para de correr, hace coberturas y su aportación por sorpresa en ataque es fundamental para abrir las defensas contrarias. Ayer incluso aportó un pase de gol para Villa, que reivindicó más minutos con la pierna izquierda.
Con el Getafe entregado, los espectadores que aguantaron hasta el final tuvieron premio. Tello anotó desde la frontal, un gol ante el que Codina pudo y debió hacer algo más. Álvaro, siempre con la caña preparada, cazó el del honor en el único despiste de la zaga barcelonista en noventa minutos. Cuando Iglesias Villanueva señaló dos minutos de descuento, todo el pescado parecía vendido. Pero Messi porfió hasta el área pequeña en busca del gol y el balón acabó en los pies de Iniesta, que rubricó su exhibición con un gol. El «set» lo cerró Piqué, al que su alma de delantero siempre le delata. Sacó el balón desde atrás y se lanzó al área a rematar. Dos centros le pasaron por delante sin éxito, hasta que se encontró con el balón en boca de gol. Marcó, se acabó el partido e Iniesta tuvo que guardar su batuta tras una sinfonía para enmarcar.
«Ha sido un día muy bonito»
Mucha sonrisa y poca lágrima en el Camp Nou. Una mañana feliz para el barcelonismo, pero que el Getafe hará bien en olvidar pronto. «Ha sido una gran fiesta en un horario poco habitual, hemos tenido la oportunidad de ver que había muchos niños. Ha sido un día muy bonito», destacó Jordi Roura tras el 6-1 de su equipo. El técnico azulgrana apuntó en varias ocasiones lo inhabitual del horario matinal, dejando entrever que su equipo estaría más cómodo jugando por la tarde. «El cambio de hora se nota un poco, pero jugaremos cuando nos digan», comentó en sala de prensa. «La diferencia con el Barça es abismal», se limitó a explicar Luis García, técnico «azulón». Además de la victoria, los goles de Alexis y Villa fueron muy positivos para los azulgrana.
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