La perfección está en Berlín

Barcelona y Juventus se juegan esta noche la Liga de Campeones, con la que coronarían la temporada «10» al lograr el triplete

Esta noche, Juventus o Barcelona podrán presumir de haber firmado la temporada perfecta: el pleno Liga+Copa+«Champions», algo que muy pocos han hecho. A lo largo de la historia sólo lo han logrado el Celtic, el mítico Ajax de Cruyff, el PSV, el Manchester United, el Inter, el Bayern y el Barcelona, que puede ser el primero que repita. Cerrar la temporada futbolística levantando el trofeo más prestigioso en el Olímpico de Berlín es una motivación más que suficiente, pero el partido esta lleno de pequeñas historias, como la de Buffon, campeón de todo con clubes y con su selección, menos de la Liga de Campeones, y que tendrá un simpático problema familiar: «Tengo un hijo fan de Messi y otro de Neymar; va a ser un poco difícil». También hay leyendas como las de Xavi o Pirlo, que se agotan, pues disputarán su último partido de alto nivel; o hazañas como la de Morata, que está a un paso de ganar la segunda Liga de Campeones consecutiva, pues el año pasado estaba en el Real Madrid. A su ex equipo ya lo eliminó en semifinales, sin celebrar los goles, y superar al Barça sería una doble satisfacción. También hay relatos más polémicos, como el reencuentro de Evra con Luis Suárez. Cuando eran rivales en la Premier, el francés acusó a su oponente de racismo, de que le había llamado «negro» de forma despectiva varias veces, algo que el ahora barcelonista sigue negando y que achaca a un problema con el idioma. Seguramente no se darán la mano. Tampoco se verá el saludo de Suárez y el lesionado Chiellini tras el mordisco del Mundial, capítulo que ambos han zanjado.

En el otro lado se narra la pequeña fábula de un equipo que quiere volver a ser considerado el mejor, con la mezcla de los que ya lo fueron, incluida su estrella, Messi, aspirante a sumar su quinto Balón de Oro; y los que viven este momento por primera vez, como Neymar, que de pequeño «soñaba con ello», Luis Suárez, Rakitic o el portero Ter Stegen. «La temporada ya es buena, pero estamos tan cerca de la perfección...», admitió Piqué, que se lo pasó de cine en la sala de prensa con Ney: choques de manos, «responde tú», «no, hazlo tú»; «ja, ja» «ji, ji»... O nos encontramos con la odisea de un entrenador, Luis Enrique, que pasó del malísimo momento en enero a estar hoy cerca de poder mirar a la cara al mito Guardiola. Ambos técnicos, el español y el de la Juve, Allegri, debutaban en sus equipos y mira dónde han llegado. «No esperábamos estar aquí este año», admitió Buffon. Pero están, y por méritos propios tras superar al último campeón, el Real Madrid, motivos suficientes para tener fe. «No somos una víctima que van a sacrificar», continúa el portero de la Juventus.

Tampoco le faltan argumentos al Barça para sentirse fuerte. Señalado por todos, menos por ellos, como los grandes favoritos, en el camino a Berlín han derribado al campeón inglés (City), al francés (PSG), al alemán (Bayern Múnich) y ahora esperan hacer lo mismo con el italiano.

Son pequeñas piezas que juntas compondrán un gran espectáculo entre dos equipos con estilos diferentes: «Creo que tendremos el balón y ellos van a buscar la contra», opinó Piqué... ¿O quizá no tan distintos? «Ellos también necesitan la pelota, pero tienen la capacidad de dominar metidos en su propio campo», dice, por contra, Luis Enrique. «La clave estará en lo que suceda en el centro del campo», piensa Allegri. «O en las áreas», responde Luis Enrique, sabedor de que por allí tiene a Luis Suárez, Messi y Neymar.