La vida en 90 minutos

Los números son realidades indiscutibles, verdades absolutas en la teoría que se hacen menos sostenibles cuando se enfrentan a la realidad. Los números no juegan, pero ponen mala cara al Madrid cuando se trata de disputar en casa una final de Copa. El último golpe fue el del «Centenariazo». El Dépor arruinó la fiesta de celebración de los 100 años del club. Un trauma que no atenúa la costumbre. El anterior recuerdo es la final del 92, aquella en la que Futre y Schuster arruinaron las ilusiones madridistas, que intentaban enderezar el final de la temporada después de la primera Liga de Tenerife. Para encontrar la última final ganada por el Madrid en el Bernabéu hay que llegar hasta 1980, hasta el histórico enfrentamiento contra el Castilla en el que no había posibilidad para la derrota. El Atlético, sin embargo, sólo ha perdido en el estadio del «enemigo» la primera final que disputó allí contra el Athletic en 1956. Desde entonces, ocho victorias, todas las que tiene excepto la última, la del 96 que ganó en Zaragoza al Barça. Entre esas victorias se cuentan las tres veces que se encontró con el Madrid.

A esos números y especialmente a la final del 92 se agarra el Atlético para pensar que es posible, que las diferencias no son tan grandes como parece. «Nos separan 400 millones de presupuesto», dice Simeone, envuelto en el papel de víctima. Un papel obligado si los números se miran por otro lado. Catorce años y veinticinco derbis lleva el Atlético sin ganar al Real Madrid, desde el año del descenso, a finales del siglo pasado. Se contaba todavía en pesetas y muchos aficionados atléticos aún no habían nacido. «Hay niños de 14 años que no han visto a su equipo ganar al Real Madrid. Y los niños son crueles en el cole. Eso es muy duro para ellos, esos niños han sufrido desde siempre», lamenta Paulo Futre. «Hay que vengar a los niños», añade. El portugués no encuentra razones que justifiquen esos 14 años sin victorias rojiblancas. «A lo mejor cuando salimos del infierno y el equipo se estaba intentando consolidar eran superiores. Ahora, no tanto. El Atlético tiene un presupuesto inferior, pero un derbi siempre es un derbi», advierte. Futre espera que sus «herederos» encuentren en esos años de decepción continua la motivación para llegar a la victoria. «La gente está cansada de escuchar lo mismo desde hace 14 años, que las estadísticas no valen para nada», dice Gabi, el capitán rojiblanco. «Va a ser difícil para todos los que estamos aquí jugar un partido tan bonito como éste, en el Bernabéu, con tanta rivalidad. Tenemos una oportunidad de romper la historia», añade.

El Madrid llega a la final con el vestuario aparentemente dividido, aunque la comida de toda la plantilla el lunes era su manera de decir que el enemigo no está entre los jugadores. Después de los últimos incendios, el club decidió que los jugadores mantuvieran silencio. Algo habitual durante la temporada. Pepe desapareció de los planes del entrenador tras ponerse del lado de Casillas y la lesión de Varane obliga a Mourinho a formar con Sergio Ramos, que acaba de recuperarse de una lesión, y Albiol, que apenas ha jugado durante las tres temporadas del portugués en el banquillo, como centrales titulares. Nada de eso preocupa a Mourinho, que ya advirtió de que el único problema de Pepe era Varane, que le había pasado por encima. También en el club creen que las palabras de Pepe hubieran sido diferentes si no hubiera perdido la titularidad.

Simeone se llevó el miércoles a su equipo a Los Ángeles de San Rafael, como hizo Antic cuando el Atlético ganó el doblete. «Pero no es por superstición. Soy antiguo y me gusta volver a las raíces y las raíces están en la pretemporada. Tenía ganas de que volvieran al lugar donde empezó todo, donde empezaron a trabajar y empezaron a soñar», dice. Desde aquel año del doblete, el Atlético no ha vuelto a ganar un título nacional. Ha perdido las tres finales de Copa que ha disputado, aunque ha ganado cuatro trofeos continentales en las últimas cuatro temporadas. Todo vale para preparar el partido más bonito del curso. El Madrid sólo ha ganado la Supercopa de España este año y el Atlético, la de Europa. Por eso el encuentro de esta noche es más que una final, es la vida resumida en 90 minutos.