Messi cambia su escenario

Asimismo, el brasileño asegura en «Revista da Internet» que el técnico llevaba un tiempo trabajando con él y Cesc para hacer las funciones del «10» argentino y minimizar su ausencia cuando ésta llegará.

El Barça es un club experto en mirar hacia otro lado. «Hay ruido y opiniones interesadas que buscan problemas donde no existen», enfatizaba ayer Toni Freixa, portavoz azulgrana, cuya versión oficial es que en el seno de la entidad catalana no hay ninguna preocupación especial alrededor de la figura de Leo Messi. Los «problemas que no existen» a los que se refería Freixa son las cuatro lesiones musculares que ha sufrido la estrella argentina en los últimos ocho meses, después de pasarse cinco años sin romperse una uña. Esos problemas, «que no existen», también son los más de 90.000 kilómetros que ha recorrido Messi este verano, cuando los médicos recomendaron descanso absoluto ante el frágil estado del bíceps femoral de cada una de sus piernas.

Freixa también negó el evidente distanciamiento entre Messi y su recuperador de confianza, y amigo, Juanjo Brau, a sueldo del club, al que esta temporada le toca abarcar muchas más responsabilidades más allá de la salud de la «Pulga» tras la salida de Emili Ricart. «Cada uno puede hacer las especulaciones que quiera. Sin entrar en detalle, lo único que expresamos es que Messi se recuperará en dos meses», dijo Freixa. Si los problemas «no existen», la falta de claridad del club no hace sino alimentar las teorías de la conspiración. La única realidad es que la selección argentina ha enviado a un kinesiólogo a Barcelona, Luis García, para seguir de cerca la recuperación del «crack», tarea que en los últimos años había desarrollado Juanjo Brau. «Es normal que el paciente recurra a personas de su confianza», decía Freixa. Los problemas que «no existen» son que, en los últimos cinco años, la persona de confianza de Messi era Brau, y no García. No ha habido rincón en el mundo que haya visitado Messi en las últimas temporadas en el que su sombra no haya sido el recuperador azulgrana. Pero, si no hay cambios de última hora, no viajará a Argentina para cubrir la segunda etapa de la recuperación de Leo.

Los albores de la carrera de la «Pulga» en el Barcelona estuvieron marcados por un rosario de lesiones musculares. «Es un jugador frágil», decían algunos médicos, que apuntaban a los factores de crecimiento como uno de los detonantes decisivos en estas lesiones. Pero la llegada de Guardiola y su cambio de dieta lo alteraron todo, y Messi se convirtió en una roca. Casi cinco años sin lesionarse. Pero al argentino hay cosas en la preparación que le dicta el club que no le convencen ,y ha decidido contratar a una nutricionista a título personal que le está cambiando los hábitos alimenticios. Aunque salta a la vista que estos nuevos hábitos no están dando los frutos esperados.

En este tipo de lesiones influye también en gran medida el aspecto psicológico. Y, en este sentido, la tranquilidad que le dio su paternidad se ha tornado en preocupación con los graves problemas surgidos con Hacienda y que no han hecho bien a la recuperación de Leo. Todo son «problemas que no existen», ya se sabe.