Balón de Oro

Messi, por unanimidad

Copa las portadas de la prensa mundial tras alzar su cuarto Balón de Oro. Tito Vilanova viaja a Nueva York en busca de una segunda opinión médica

La plantilla del Barcelona ovacionó a todos los premiados en Zúrich, especialmente a Leo Messi, que consiguió su cuarto Balón de Oro en cuatro años
La plantilla del Barcelona ovacionó a todos los premiados en Zúrich, especialmente a Leo Messi, que consiguió su cuarto Balón de Oro en cuatro añoslarazon

Con la normalidad que le ha hecho grande, Leo Messi llegaba ayer poco antes de las diez de la mañana a la ciudad deportiva «Joan Gamper», en Sant Joan Despí. Como si fuera un día cualquiera, el argentino aparcó su coche y se metió en los vestuarios para cambiarse y desayunar con el resto de sus compañeros, como siempre hace cuando hay entrenamientos matutinos. Instantes antes de las once, hora prevista para el inicio del entrenamiento del Barcelona con vistas a la visita copera del Córdoba, Messi saltaba al césped junto al resto de la plantilla. Pero no era un día cualquiera, por mucho que la «Pulga» intentara disimular su alegría tras esa cara de niño que nunca ha roto un plato. No habían pasado ni 24 horas desde que hiciera historia en Zúrich, alzando su cuarto Balón de Oro consecutivo. Y sus compañeros eran casi más conscientes que él mismo. Así que antes de la charla de Tito Vilanova le dedicaron una sonora ovación, un reconocimiento extensible a Andrés Iniesta, Balón de Bronce, y Piqué, Alves y Xavi, integrantes del mejor once del año según los futbolistas de todo el mundo.

No era un día normal para Messi, acostumbrado a copar las portadas del mundo entero por sus hazañas dentro de los terrenos de juego. El tiempo le colocará en su sitio en la historia del fútbol, pero su cuarto Balón de Oro ha dado la vuelta al mundo. Ya está un poco más cerca del escalón más alto del podio, si es que no lo está pisando ya. «Algún día explicaré a mis hijos que tuve el privilegio de jugar al lado del mejor jugador de la historia del fútbol. De compartir muchos años, muchas temporadas con él, y verle hacer cosas muy grandes», se enorgullecía Pedro ayer tras la sesión preparatoria.

Pedro es uno más en la interminable lista de admiradores de Leo Messi, protagonista absoluto en los periódicos de los cinco continentes con su esmoquin a topos y su cuarto Balón de Oro. «Messi, póquer histórico», tituló «La Gazzetta dello Sport» italiana en portada. «Messi, en la historia», rezaba «L'Equipe» francés. El argentino era reclamo de portada incluso en Noruega. «Nuevo récord para Messi», destacaba el «Aftenposten». Al otro lado del Atlántico, por ejemplo, se abría el debate sobre si la «Pulga» es ya el mejor jugador de la historia, como destaca en portada «El Mercurio» chileno. Y en Argentina, por supuesto, la foto del azulgrana con el Balón de Oro fue objeto de portada en todos los diarios nacionales y deportivos, destacando el titular de «La Nación»: «El oro del mundo es de Messi».

Como sólo tiene 25 años, la carrera de Messi da pie a muchas especulaciones. Tiene mucho que ganar por delante si mantiene esa actitud humilde fuera del campo y tan depredadora como el león más fiero de la selva sobre los terrenos de juego. Ha batido ya muchos récords, pero aún le quedan retos. «Suerte», debe de pensar Vilanova, al que el argentino le libera de la tarea motivadora ya que sobra ante un talento como el que tiene delante.

El Barça recibe mañana al Córdoba en la vuelta de una eliminatoria copera que quedó sentenciada en la ida con dos goles de... Messi, por supuesto. Ante el calendario que se avecina para los azulgrana, será interesante ver la gestión que hace Vilanova del argentino. Según «8tv», el técnico ha viajado a Nueva York en busca de una segunda opinión médica y no estará mañana en el banquillo.