Madrid
Modric, contra las brumas
El croata regresa hoy para devolver el optimismo al Madrid. Ya no se piensa en el Legia y sí en llegar al Calderón con 6 puntos de ventaja
El croata regresa hoy para devolver el optimismo al Madrid. Ya no se piensa en el Legia y sí en llegar al Calderón con 6 puntos de ventaja
«Los jugadores, y lo digo de verdad, no lo están haciendo mal –decía ayer Zidane–. Cuando preguntáis, tengo la sensación de que lo estamos haciendo mal, pero no estamos mal, que yo sepa». El partido contra el Legia ha dejado una sombra en el Real Madrid, es como la sensación de que todo está aún en proceso. Ayer, a la tercera pregunta acerca del pasado choque de la Champions, el entrenador francés suspiró, movió la cabeza y contestó con educación, pero ya sin ganas de seguir explicando el pasado. El partido pasó, ya está, ahora queda todo lo demás. Y, sobre todo, ahora se puede contar con Modric.
No hay jugador que ilusione más al madridismo que el centrocampista croata. Sin él, al equipo le falta un jugador con capacidad para avanzar con criterio entre líneas, para atraer jugadores del rival por el centro y crear superioridad en los lados. Sin él, parte del ataque del Real Madrid se basa en balones a los costados y, desde allí, centros al área, muchas veces sin ventaja para los delanteros blancos. No hay equipo en la Liga española que ponga más centros laterales en el área rival que el conjunto de Zidane (25 por partido). A veces, como contra el Villarreal (cuando ya no estaba Modric) lo hace porque necesita ganar el partido, ataca a granel y hasta en 54 ocasiones centra al área y, a veces, como contra el Legia, el pasado miércoles (hasta 34 balones cruzados al área) porque al equipo no se le ocurre otro modo de hacer daño. Sólo Kovacic intentó jugar por dentro, haciendo de Modric, pero todavía le falta jerarquía para tener la presencia de su compatriota.
Por eso, durante esta semana el madridismo ha celebrado el regreso a los entrenamientos, y ayer a la convocatoria, de Luka: «La idea es que tenga minutos. Veremos en el partido. Lo importante es que Modric está bien y que se ha recuperado totalmente», contaba Zidane, siempre tan reacio a avanzar algo acerca de su alineación titular. Después del choque de hoy, Modric se marchará con para jugar con su selección. Se lesionó a finales de septiembre en el encuentro contra el Borussia en la Champions, se operó de la rodilla y ha conseguido acortar su regreso en un par de semanas. Se le esperaba para el derbi del 19 de noviembre, pero ya está listo para jugar hoy.
No es un partido cualquiera además, pese a la diferencia entre ambos equipos. La derrota de ayer del Atlético le dejaría a seis puntos de diferencia si el Madrid gana y pondría tierra de por medio justo antes del encuentro del Calderón. Después del empate en Varsovia, el Madrid puede presentarse a un partido clave con una ventaja que le da mucha tranquilidad. Por eso, pese al enfado que en algunas zonas del club provocó el inesperado empate en Champions, se puede ser optimista en el Madrid: «Lo único que me interesa es olvidarme de este partido y centrarme en el Leganés», aseguraba ayer Zidane. «Está claro que debemos mejorar. Antes de los cuatro empates hicimos varios partidos buenos y antes de este empate también», continuaba el entrenador francés.
Modric le da muchas variantes y ayuda más que otros futbolistas en las labores defensivas. Kroos colecciona más minutos que nadie, mientras que, a su lado, Isco ha hecho buenos partidos, Kovacic ha tenido buenos momentos y James, por ahora, ha pasado más tiempo esperando. Ninguno de los tres, sin embargo, hace sombra a Modric. El croata ocupa mucho espacio, sabe situarse cuando el equipo pierde la pelota y da confianza a Kroos y a los centrales que juegan detrás. Luego, ofrece alternativas al juego de centros desde la banda del Madrid.
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