Chelsea
Adiós, Mourinho
«Éste es un momento crucial en la historia de este club. ¿Sabes por qué? Porque si el club me echa, estará echando al mejor entrenador que ha tenido nunca». La frase la dijo José Mourinho en octubre. Pero tan sólo dos meses después, el portugués fue destituido. El técnico paga de esta manera el precio de los fracasos del Chelsea en la Premier y se convierte en la última víctima de Roman Abramovich.
El dueño del Chelsea ya ha despedido a ocho entrenadores desde su toma de posesión en 2003. Con el portugués estaba teniendo temple. Bien sea por la relación que les unió entre 2004 y 2007 –la primera etapa del luso con los «blues»– o por el contrato de cuatro años firmado en agosto por valor de 250.000 libras a la semana (345.000 euros), o lo que es lo mismo, 13 millones de libras al año (18 millones de euros).
Abramovich pensaba en una temporada como la pasada, cuando ganó la Premier y fue el equipo menos goleado, con sólo 27 tantos en contra. Sin embargo, las nueve derrotas en los 16 partidos de liga, más la eliminación en la Copa de la Liga ante el Stoke acabaron con la paciencia del magnate ruso. Según la prensa local, el técnico ha rechazado cobrar la indemnización de 55 millones de euros que le correspondería por el despido. Lo que sí podría recibir es la parte que le resta de esta temporada.
Aparte de los resultados, para su destitución también han pesado los comentarios públicos de Mourinho. Llegó a decir que su trabajo había sido «traicionado» por los jugadores. Su comportamiento también le llevó a ser suspendido y multado en dos ocasiones esta temporada por quejarse del árbitro. Y de todos es sabido la tensión que existía con la doctora del club, Eva Carneiro, con la que protagonizó un conflicto público.
El holandés Guus Hiddink, quien ya entrenó al Chelsea en 2009, después de la destitución de Luiz Felipe Scolari, ocupará ahora su puesto hasta final de temporada, aunque los rotativos citaban ayer como posible sustituto a Juande Ramos, que entrenó al Tottenham entre 2007 y 2008.
En sus dos periodos en Stamford Bridge, Mourinho ha acumulado tres títulos de la Premier, una Copa de Inglaterra y tres Copas de la Liga. Sin embargo, ahora el Chelsea está a un punto del descenso y a veinte del líder, una posición que hace prácticamente imposible que los «blues» puedan clasificarse para la próxima Liga de Campeones. El autodenominado «The Special One» (El especial) se va de Londres por segunda vez sin haber logrado el principal objetivo que él y Abramovich se marcaron en 2013: ganar la «Champions».
A pesar de la tensión que se ha vivido en Stamford Bridge en los últimos tiempos, gran parte de los aficionados no ha retirado su apoyo al portugués, que era recibido con cánticos favorables en cada partido. Esa buena relación con el club queda reflejada en el comunicado con el que el Chelsea anunció su marcha. «El club quiere dejar claro que José nos deja en buenos términos y siempre será amado y respetado como una figura significativa en el Chelsea», dice el comunicado, que asegura que el técnico «siempre será calurosamente bienvenido».
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