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Modric: Las lágrimas del mejor
El jugador croata fue elegido Balón de Oro del torneo, pero no pudo conducir a su equipo a la victoria. Su Mundial ha sido excepcional, con talento y trabajo. Es uno de los favoritos para ganarlo a final de año
El jugador croata fue elegido Balón de Oro del torneo, pero no pudo conducir a su equipo a la victoria. Su Mundial ha sido excepcional, con talento y trabajo. Es uno de los favoritos para ganarlo a final de año.
Ni una sonrisa soltó Luka Modric cuando le dieron el Balón de Oro al mejor jugador del Mundial de Rusia. Saludó a todas las personalidades mientras recogía el trofeo y posó solo con él en el estrado improvisado para que los fotógrafos hicieran su trabajo sobre el césped donde había sido derrotado. Luego se unió a él Mbappé, con su trofeo al mejor jugador joven (esa foto con la que sueñan muchos madridistas). El vencedor estaba feliz por todo lo conseguido y la sonrisa le salía inconsciente. Modric, en cambio, miraba hacia ningún lado, quizá aún algo perdido o en «shock», puede que sin darse cuenta de lo que pasaba alrededor. «Cuando las emociones se asienten», decía, «podremos analizar esto mejor», contaba.
Como el resto de su país, Modric necesitará más tiempo para asimilar lo que le ha sucedido durante este largo mes de competición. «Nosotros sabemos que, a pesar de la derrota, hemos logrado algo grande. Pero es duro cuando te quedas tan cerca de conseguirlo», decía ayer el capitán de la selección croata. Se coló en la final, donde muy pocos la esperaban. Fue un camino largo, lleno de prórrogas y demasiado estrés y puede que a los subcampeones del mundo les costara recuperarse para el último encuentro.
En casi todos los momentos, la figura de Modric ha sido fundamental. Con goles, como el que marcó a Argentina, con criterio siempre y con un despliegue físico que según pasaban los minutos de los partidos iba aumentando. En las prórrogas se desataba más que durante los noventa minutos. «Estoy orgulloso del premio al mejor jugador», decía ayer, conforme, pero no excesivamente feliz. Lo que de verdad quería era llevarse el Mundial.
Ayer, sin embargo, no pudo lucir ni dirigir a los suyos como ha estado haciendo. Croacia sabía el tipo de duelo que le esperaba con Francia. Que les iba a dar la pelota y también que les iba a hacer muy complicado llegar al área. Y que cada balón parado iba a ser una tortura. «No tenemos nada que reprocharnos porque hemos sido mejores durante gran parte del encuentro», decía Modric. Por lo menos tuvieron más el balón. Después de su compañero Brozovic (100), Modric fue el jugador que más pases dio (79) en el encuentro de ayer, casi todos por el lado derecho, por donde más se mueve el futbolista. Su peso en el juego, sin embargo, fue menor que en otras ocasiones porque el físico de los centrocampistas franceses no permitía casi nada. Croacia empezó con claridad, pero acusó el primer gol francés. Después, siempre tuvo que ir a remolque: «Desafortunadamente algunos goles absurdos inclinaron el partido hacia su lado», decía Luka.
Reconocido por Dálic, su seleccionador, como el futbolista más importante de su equipo, el resto de compañeros no ha discutido su liderazgo. «Luka es un líder enorme. Quiero dar las gracias al Real Madrid y a todos lo madridistas, que enviaron mensajes», confirmaba ayer Suker, el ex futbolista, presidente de la Federación croata. Rakitic, que también ha hecho un gran Mundial, ha alabado al madridista; el peleón Mandzukic o el incansable Perisic, que pueden reclamar su pizca de protagonismo en el equipo subcampeón, tampoco dudaban del mando de Modric.
En un Mundial que perdió muy pronto a Cristiano y a Messi y en el que a Neymar le ha costado escapar de su versión más caricaturesca, Modric encabeza a una serie de jugadores que estaba esperando para dar un paso adelante, como Hazard o Griezmann. Ha sido su Mundial. ¿Será Balón de Oro también a final de año?
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