Brasil
Queiroz, el maestro de Irán
Fue despedido después de la Copa de Asia de 2015, pero el presidente tardó tres días en recapacitar. Hoy tendrá enfrente a España.
Fue despedido después de la Copa de Asia de 2015, pero el presidente tardó tres días en recapacitar. Hoy tendrá enfrente a España.
Fernando Hierro y Carlos Queiroz prácticamente se cruzaron en la puerta del Santiago Bernabéu. Hierro y Del Bosque habían sido despedidos del Real Madrid después de ganar la Liga de 2003 y el portugués llegaba para ocupar el puesto de Vicente. «Intenté hablar con Jorge [Valdano] para tenerle como jugador, salvar la situación y ahora le tengo al otro lado del banquillo», dice el seleccionador de Irán. «Creo que es la persona indicada para unir a una España fracturada. Apenas se ha notado que esté y el equipo está unido y rindiendo bien», explica. «Le conocemos desde hace mucho tiempo. Es un hombre con el que da gusto hablar de fútbol, lleva años haciendo un trabajo fantástico como seleccionador y tiene gran experiencia de su pasado en el Manchester United o el Real Madrid. Nos une una gran relación», reconoce Hierro.
Queiroz llegó a Irán con idea de llevarla hasta el Mundial de Brasil. Cumplió, su aventura se acabó en la primera fase y no pensaba continuar más en el cargo, pero renovó su contrato por un nuevo ciclo mundialista. La mala actuación en la Copa de Asia de 2015 hizo que la Federación prescindiera de él. Queiroz quería seguir, pero el presidente de la Federación no opinaba lo mismo. Una decisión de la que se arrepintió tres días después. La preocupación del técnico portugués cuando llegó al cargo no era sólo que la selección pudiera competir con los mejores sino que el fútbol iraní se desarrollara para el futuro. «Después del Mundial, Irán debe dar un paso adelante en su fútbol. Debe tener mejores campos, mejor césped, mejores entrenadores, una liga mejor y un fútbol más atractivo. Lo que queremos es que el campeonato nos haga mejores de lo que somos ahora», decía a las publicaciones de la FIFA antes de competir en el Mundial de Brasil. «Ahora somos más sólidos y competititivos. Muchos de nuestros jugadores se fueron a Europa después de 2014 y no es lo mismo que competir en Asia», reconoce.
Queiroz ha conseguido armar una selección sólida. «Irán es un equipo sólido defensiva y ofensivamente, con conceptos e ideas claras. Encaja poco, está muy bien trabajado y es muy poderoso a nivel físico. Nos va a poner en muchas dificultades. Lo vimos ante Marruecos, sabemos que tienen los conceptos muy claros», analiza Fernando Hierro. «Tenemos la responsabilidad de pelear; por la honestidad, la dignidad y la integridad del fútbol y de los aficionados iraníes. La obligación de Irán es intentar competir con España, un equipo con un estilo muy difícil de frenar. Debemos jugar con actitud positiva», afirma Queiroz, que reconoce el esfuerzo de su equipo. «No tenemos superhombres como tiene España, pero sí una rara capacidad de sacrificio, de trabajo y de concentración. Cuantas más dificultades tenemos, salimos con más ganas al campo. Afrontaremos el duelo con actitud de querer ganar. El rendimiento del partido anterior no cuenta, pero la reputación de España tampoco. Esto hay que jugarlo», avisa.
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