Neymar-Luis Enrique, divorcio total

Luis Enrique pensó que necesitaba más gente en el centro del campo. El partido con el Sevilla estaba loco y a su lado estaba Xavi. Mandó entrar al campo al capitán y el sustituido fue... Neymar, otra vez él. Por primera vez en lo que va de curso, el técnico decidió reforzarse en el medio porque había perdido el balón que tan bien trató en la primera parte. Quería cuatro medios y tenía que quitar a un atacante. Messi es intocable (ha disputado todos los partidos de Liga, y ante el Eibar, cuando el técnico quiso sustituirlo por un golpe, el argentino le tranquilizó, le dijo que estaba todo bien y continuó en el campo). Sólo quedaban dos opciones: Luis Suárez y Neymar. El elegido fue el brasileño, que se marchó gesticulando con las manos, muy enfadado, más incluso que otras veces en las que le ha sucedido algo parecido. «Siempre quiero jugar», ha dicho Ney en muchas ocasiones. Pues el miércoles pasado contra el Almería se quedó en el banquillo y no tuvo ni un minuto. «Venía de jugar con Brasil», dijo Luis Enrique. En Sevilla le cambió con el resultado todavía 1-2 y después de que hubiera protagonizado una gran primera parte, rompiendo su sequía goleadora en Liga (no marcaba desde el 15 de febrero). «No sé por qué lo cambió. Estaba jugando un partidazo», dijo el directivo Jordi Mestre después ante las cámaras de Canal Plus. Luis Enrique salió del apuro en la sala de prensa justificando el cambio por cuestiones tácticas –la mayor presencia en el centro del campo– y aseguró que los gestos de desagrado del delantero brasileño no le preocupaban. «No me fijo en este tipo de chuminadas. Me interesa que el equipo gane y que esté a un buen nivel. Todas esas tonterías que os interesan a vosotros, a mí no me interesan», aseguraba el preparador asturiano del Barcelona.

Neymar se queja, pero Luis Enrique quiere dar presencia a todos en el campo. Pedro reclama minutos para no marcharse a final de temporada y no caben todos ni pueden jugar siempre los mismos para que el equipo no llegue agotado al final de la temporada. El brasileño, además, no es la «víctima» favorita del técnico azulgrana. Luis Enrique lo ha sustituido en 14 ocasiones en toda la temporada, pero Rakitic ha salido del campo antes de tiempo en 17 ocasiones. A Neymar esas razones no le sirven para mitigar su enfado.