Objetivo: Cristiano

Ancelotti pide paciencia, un poquito más de tiempo para encontrar su juego. Si lo tiene en el Madrid, un lugar donde la presión y dos empates fuera de casa no permiten pensar en el mañana, si lo tiene, en definitiva, es porque se lo ha dado Cristiano Ronaldo. En los últimos partidos ha hecho tres goles al Galatasaray, dos al Getafe y dos al Elche. Está en un momento pletórico. Si el equipo contrario se cierra, el Madrid sabe que tendrá un falta de Cristiano para ganar el partido; si el rival se abre un poquito, el conjunto de Ancelotti cuenta con el portugués para destrozarle. «Es difícil definir a un jugador de la talla de Cristiano Ronaldo. Es el mejor y tenemos una suerte enorme de que esté en este club y además por muchos años», aseguró ayer el portero Diego López, que tiene la suerte de no sufrirlo.

Como es difícil de definir, es muy complicado de detener. No es delantero pero golea como el mejor, no es extremo, pero llega por su banda como un gran extremo. Es un futbolista que sorprende y en plenitud física y contento, como ahora mismo, es suficiente para sostener el ataque de un equipo. Lo conoce bien el Atlético: en nueve partidos, ha recibido nueve goles del siete del Madrid. Nunca se ha visto a Courtois tan desconcertado como frente a los tiros del Ronaldo. Pararle ha sido uno de los asuntos a los que más vueltas ha dado Simeone antes de este partido. Lo logró en la final de la Copa del Rey. El Atlético jugó esa noche dos encuentros: uno contra diez del Real Madrid y otro contra Cristiano. Harto de las patadas que estaba recibiendo, cansado de la persecución que le hicieron los rivales, Ronaldo perdió los nervios un instante, se revolvió y acabó expulsado. Era el minuto 114 de la prórroga. El Atlético ganaba primero ese partido y minutos después vencía en el otro y se llevaba el trofeo.

Eso sí, había sido CR7quien logró el tanto del Real Madrid. Los hombres de Simeone hicieron un trabajo efectivo y constante. Cumplieron con gusto las órdenes de su entrenador. De las 28 faltas que hizo el Atlético de Madrid, 6 las recibió el futbolista portugués, más todos los roces, choques y otras presiones que no recogen las estadísticas. Esta temporada, el conjunto de Simeone hace una media de 14 infracciones por encuentro. En ese encuentro dobló la cifra. Ronaldo suele sufrir una media de dos faltas por encuentro. En la final de la temporada pasada, esa cifra se dobló.

El conjunto de Simeone hizo bien su trabajo. Todo indica que si aquella vez le sirvió, hoy puede volver a intentarlo. El Real Madrid y Cristiano Ronaldo están avisados de lo que se pueden encontrar en el Santiago Bernabéu: «La agresividad es una característica del Atlético. Juegan agresivos y juntos. Es una buena cualidad saber usar esta arma. Es un equipo bien organizado defensivamente y creo que no será fácil buscar soluciones ofensivas», explicó ayer Ancelotti en la conferencia de prensa previa al encuentro. Frente al previsible juego que propondrá su rival argentino desde el banquillo, el entrenador madridista no quiere entrar en la guerra. Ronaldo es el ejemplo de que lleva las de perder: entró una vez en la final de Copa y fue expulsado. Ayer Ancelotti defendió que sus jugadores tienen más talento y es de ahí de donde tienen que sacar la ventaja para llevarse una victoria que se ha convertido en decisiva para recuperar la tranquilidad. A sus hombres y a Ronaldo les ha pedido cabeza: «Tendremos que jugar rápido para encontrar la portería, porque si lo hacemos lento será más difícil», continuó Carlo Ancelotti. En un partido de guerrillas, donde el juego se para, donde la estrella portuguesa está más pendiente de evitar las patadas que del balón, el Atlético de Madrid sale ganando. Si no, Ronaldo puede con todo.