Otra demostración de carácter

Aguirre y Simeone se parecen. Son bravos, tienen carácter e imponen a sus equipos su personalidad. De sus enseñanzas, de sus conceptos y de sus argumentos el Atlético y el Espanyol ofrecieron un buen repertorio en un partido de pelea, de tensión, con expulsados, con polémica. Hubo picante en el Calderón, más músculo que juego excelso y el convencimiento, una vez más, de que Diego Costa es un desestabilizador que puede cambiar un partido en una carrera, en un remate, en un cabezazo o en una protesta. Le hicieron un penalti, lo transformó Falcao y el Atlético, que jugó con diez por expulsión de Gabi toda la segunda parte, aprobó la asignatura del sufrimiento ante un rival con muchos altibajos en su juego, que se rindió a la capacidad y a la fortaleza mental de los rojiblancos.

Tercera victoria consecutiva del Atlético, después de Valladolid y Moscú, y, tercer partido sin encajar un gol. Un dato a favor de los de Simeone, que ayer se examinaron, en vísperas del partido copero del miércoles en Sevilla, ante un Espanyol que de la mano de Aguirre ha reconducido su historia, ha cambiado de ritmo y que está capacitado para dar la cara en cualquier campo. Había empatado en el Bernabéu y ayer le faltó algo más de criterio para manejar el partido con superioridad numérica. Ése fue el mayor defecto de los catalanes ante un Atlético que se remangó, que peleó sin descanso, que tuvo la pelota y que salvó el compromiso porque estuvo enchufado hasta el último segundo, cuando Simeone levantaba los brazos y pedía a la hinchada el último aliento de apoyo.

Y es que en el Atlético juegan Simeone y once más. Repitió el técnico argentino el equipo ganador de Valladolid y, una vez más, la figura de Diego Costa fue erigiéndose en protagonista del encuentro. Suyas fueron las primeras llegadas al área españolista. En una jugada suya, en la que ganó por velocidad a Colotto y Moreno, vio tarjeta Casilla. Era el brasileño la referencia de un equipo que se movía con criterio, que estiraba el campo con Juanfran y Filipe Luis por los costados, para que Arda y Koke jugaran por dentro para enlazar con Falcao y Diego Costa. La pareja Tiago-Gabi no ofrecía fisuras y el Atlético mandaba en todos los aspectos del juego, aunque no finalizaba con buenos remates. Así hasta que un balón al hueco permitió a Diego Costa irse por velocidad de Héctor Moreno. El mexicano le derribó y el penalti no ofrece discusión. Lanzó Falcao –con parada incluida– y el Atlético encontraba el premio a su mejor juego, a la mayor diferencia entre un equipo que apostaba a ganador y otro, timorato, al que le costaba salir de su área, pese a la movilidad de Sergio García y el dinamismo de Verdú. Stuani y Simao aportaban poco. Forlín y Víctor Sánchez no encontraban el ritmo adecuado y Courtois no intervenía. El que sí lo hizo fue Casilla en dos córneres seguidos. Bien el meta ante Falcao y Godín. El partido estaba donde quería el Atlético, pero Gabi se pasó de frenada ante Capdevila. Clos le mostró la tarjeta, que era la segunda, porque en una tángana que se organizó minutos antes había visto la amarilla por discutir y pelearse con Stuani.

Simeone no cambió el planteamiento. Aguirre quitó a Forlín, que había hecho dos faltas seguidas, y metió a Longo. El Espanyol fue más incisivo, poco encontró el toque requerido ante un Atlético que no bajaba los brazos, que defendía con orden y lanzaba contragolpes para Diego Costa y Falcao. El colombiano le reclamó penalti a la salida de una falta, pero Clos no quería más líos.

Entró Petrov y Simeone fue refrescando el equipo con Mario y C. Rodríguez para que la intensidad no bajara, para que el equipo se juntase delante de su área. El Espanyol atacó, Courtois trabajó por arriba y la defensa mantuvo el tipo ante el acoso blanquiazul. Y como Falcao perdonó el segundo (min 89) en el Calderón nadie se movió hasta que Clos Gómez dio por terminado el sufrimiento.

Simeone: «La respuesta fue fantástica»

Simeone, que se ha comprometido con el Atlético por cuatro temporadas, lo que se hará público dentro de unos días, volvió a ensalzar el carácter de sus jugadores, del trabajo efectuado, especialmente en la segunda parte tras la expulsión de Gabi. «Se ha demostrado el compromiso. La respuesta del equipo fue fantástica en todo lo que pasó en el partido». No cargó contra el colegiado e insistió en que el «equipo transmite lo que fue la historia del Atlético: esfuerzo, trabajo, un equipo rápido... Y eso lo estamos haciendo bien», recalcó. El españolista Javi López sufrió un fuerte golpe en la cabeza, pero viajó con el equipo a Barcelona.