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«Otra vez nos salva San Keylor»

D’Alessandro, entusiasmado con Keylor. Pero no le gustaba el Madrid
D’Alessandro, entusiasmado con Keylor. Pero no le gustaba el Madridlarazon

¡Qué sufrimiento el partido ante Las Palmas! Lo viví en la redacción de «El Chiringuito» con compañeros como Edu Aguirre, Jorge D’Alessandro o el mayor antimadridista de todos los tiempos, Cristóbal Soria. Y se hizo duro por momentos pese a la victoria final. Desde el comienzo, cuando Keylor Navas nos salvó con otro paradón de los suyos. «¡Cómo achica espacios ese chico!», me decía Jorge. «Era una jugada envenenada, está inspirado». Hasta Cristóbal Soria reconocía que el tico está que se sale, aunque aprovechaba para hacer de menos al Madrid: «Pobre Keylor, la que le espera con esta defensa».

- El balón parado

Otros años se lo pedíamos al equipo. El balón parado. Qué importante es. Con dos de estas jugadas se ganó ayer. Con el gol de Ramos, me dirigí directamente a Cristóbal: «Pese a mamar de tus pechos, como siempre presumes... algo aprendió». Un golazo. Un cabezazo «impecable», según Jorge D’Alessandro. Edu me comentaba que el gol del capitán era calcado a uno que le metió al Barça en un clásico por la mañana que ganó el Madrid 2-1. «Al primer palo y el mismo giro de cuello». Buen apunte, amigo. Tiene ese gesto dominadísimo.

- Casemiro, titular

La frase la ha hecho famosa Soria, y le va a dejar retratado. Ayer fue un ejemplo. Nuestro compañero de «El Chiringuito» estuvo todo el partido riéndose del brasileño. «Sólo sirve para correr y para que le den calambres. Un futbolista así no puede jugar en el Madrid», decía una y otra vez. Yo le contestaba que recuperaba balones y daba equilibrio, pero le daba igual. Y con el empate de Las Palmas, tras el error de Kovacic, ya se vino arriba del todo. Así que imaginad lo que pasó cuando Casemiro le dio la victoria al Madrid con su testarazo en el minuto 88. Todos fuimos a por él y no le quedó otra que agachar la cabeza y aceptarlo.

- El cabreo de Zidane

Pero, sin duda, la mayor sorpresa llegó tras el partido. Nos quedamos todos viendo la rueda de prensa de Zidane y le vimos, por primera vez -salvó algún mensaje aislado-, realmente enfadado con el equipo: «Jugando así, no vamos a ninguna parte». Coincido, míster. El Madrid necesita mucho más. La obsesión es la Undécima y necesitamos buenos «entrenamientos» en Liga para conseguirla. 61 balones perdidos son demasiados y se conceden muchas ocasiones al rival, llámese Roma o Las Palmas. Hay que espabilar.