Perdón para la estrella

El centrocampista de la selección chilena de fútbol tiene «lesiones leves en el cuello, mientras su esposa resultó herida de mediana gravedad».

«Espósame, pero te vas a cagar a todo Chile», dijo Arturo Vidal al policía que se disponía a detenerlo tras estrellar su Ferrari contra otro vehículo cuando volvía del casino con su mujer. La estrella chilena, que aprovechaba la jornada de descanso que les había concedido el seleccionador, además dio positivo en el control de alcoholemia. Al jugador, por el momento, le han retirado el carné de conducir y tendrá que presentarse en el consulado chileno en Milán una vez al mes.

Vidal salió agrandado del accidente, sin sentimiento de culpa, y lo primero que hizo fue colgar un vídeo de nueve segundos para tranquilizar a todos los seguidores de La Roja. «No fue mi culpa. Estoy bien», decía.

Nada que ver con la imagen que presentaba horas después, en conferencia de prensa. Lloroso, pedía perdón «a todo el país». «Me cuesta mucho hablar. Estoy muy avergonzado», aseguraba entre sollozos que le hacían detener el discurso a cada momento. «Tomé dos tragos, sufrí un accidente, puse en riesgo la vida de mi mujer, la vida de muchas personas. Quiero dar las gracias a la gente que me ha apoyado en estas horas», decía. Y ahí fue cuando se disculpó «con los compañeros, con el cuerpo técnico, con los dirigentes, con todo el país».

Entre la gente que le apoyó en esas horas complicadas para él estaba su compañero de selección, Gary Medel. «Te quiero mucho y estoy contigo hoy más que nunca. Somos un equipo y vamos a salir adelante juntos», decía en Twitter. Y añadía una foto de los dos celebrando una victoria sobre el césped. «Negro, te banco y te doy todo mi apoyo, como siempre. Lo más importante es que tú y tu familia y las otras personas estén bien. Te quiero», decía Alexis Sánchez. Era una manera de apoyar a su compañero y de demostrar al mundo que no hay problemas de convivencia dentro de la selección chilena, después de algunas informaciones que aseguraban que los internacionales chilenos habían pedido la salida de Vidal de la concentración.

La parte más complicada de gestionar fue la del seleccionador chileno, Jorge Sampaoli, que debía decidir si castigar el error de Vidal o perdonarlo por el bien del equipo. El jugador de la Juventus ha marcado tres goles en dos partidos, ha dado una asistencia y es el más destacado del torneo hasta el momento. «Cuando tengamos claro todo, sabremos qué determinar con el futuro de Arturo. Hoy por hoy, lo que necesitamos es incluirlo», decía el preparador del equipo chileno, que trataba de quitar importancia al incidente. «No ha tenido tanta magnitud como se ha querido manifestar», aseguraba. «Para nosotros es un jugador muy valioso, que quizás cometió un error que para nosotros no es tan determinante como para excluirlo, sino para tratar de seguir convenciéndolo sobre lo que necesita la selección de cara al futuro», insistía Sampaoli.

El técnico se esforzó por explicar que su decisión no está vinculada a la calidad de Vidal y a lo importante que es para su selección. «Ojalá el grupo entienda que esto no es por Vidal, sino por saber que hay situaciones en las que hay que ir conviviendo y no quebrando», afirmó, con la esperanza de que la polémica sirva para unir más al grupo, que vuelve a jugar mañana contra Bolivia en el último partido del grupo.

La Federación chilena cuestiona ahora la decisión del seleccionador de autorizar las salidas de los jugadores de la concentración. «No sé por qué se permite esto, fue una decisión personal de Sampaoli», decía uno de los directivos al diario «La Tercera».