Gareth Bale, ese jugador predestinado para marcar una época en el Madrid, se lesionó en el calentamiento. Sólo es un contratiempo, no hay prisa. También fue un suceso inesperado el gol del Getafe en el minuto 5. No cayó como un jarro de agua fría porque incluso sin Bale el Madrid dispone de recursos para enderezar rumbos inopinadamente torcidos. Así fue, y cuando terminó el primer tiempo ganaba 2-1. Al final, 4-1, resultado contundente, también corto. Al tanto accidental de Lafita sucedieron el de Pepe, el de Isco y dos de Cristiano, monumental taconazo el cuarto, en una plácida tarde otoñal con 30 grados de temperatura.

Ilusionaba al Bernabéu el debut de Bale en casa, no por su precio sino por su contrastada calidad y esa velocidad que invita a los nostálgicos a recordar a Gento, galerna cantábrica imparable incluso para la línea de fondo, tantas veces. Pero estaba calentando cuando sintió un pinchazo en el muslo izquierdo. Hubiese sido una insensatez arriesgar y su lugar lo ocupó Isco. También fueron titulares Di María, Khedira y Nacho. No es noticia la presencia de Carvajal en el lateral derecho, alternativa sólida y amenazadora de Arbeloa, que se va al izquierdo mientras Marcelo y Coentrao se recuperan. El siguiente imprevisto fue el gol del Getafe, injusto en el origen. Entre Cristiano Ronaldo y Fernández Borbalán no hubo roces porque el jugador no quiso; pero prevaleció una notable falta de entendimiento. El Getafe se adelantó en el marcador después de que a Cristiano le entraran Mosquera y Míchel a la vez; el Madrid se quedó parado, Miku se fue con el balón para entregárselo a Lafita, éste tiró, tocó en Pepe y el gol fue un hecho. El equipo de Luis García agotó ahí su naturaleza ofensiva. Pensó en contragolpear, pero no fue capaz, entre otras razones porque el Madrid se lo impidió. Poco a poco se quedó sin luz, sin Lafita, cuando se lesionó con la entrada de Carvajal, y sin referencias arriba, pues ni Pedro León ni Castro lo eran.

Impulsado por la energía atómica de Di María, el Madrid se apoderó del partido sin dar un recital. Ancelotti persigue el juego homogéneo; al contraataque si es preciso, que piezas tiene para ello, pero el equipo aún no redondea la faena. Sin embargo, y mientras se acerca la hora de jugar el gran fútbol, aprovechó la fragilidad del Getafe para dirimir una batalla sin enemigo. Pepe empató a los 19 minutos, después de que la defensa azulona diera todo tipo de facilidades. Descuidó los marcajes cuando Di María lanzó la falta diagonal. Moyà evitó el gol de Cristiano, mas no el del central, que equilibraba con su cabezazo la balanza y su contribución al encuentro.

A partir del 1-1 el Getafe desapareció, persistió en el error al defender en los lanzamientos de falta y empezó a padecer las acometidas rivales. Ya no era sólo Di María quien robaba atrás y atacaba; Isco crecía, Khedira cumplía, Illarramendi regalaba alguna que otra clase práctica de como templar, mandar y pasar, y Cristiano y Benzema enseñaban las garras, más afiladas las del portugués, que hizo el 2-1 de penalti. Míchel, en la barrera, dentro del área, saltó, despejó con el brazo y el árbitro señaló el punto fatídico. No falló Cristiano. Hubo más ocasiones del Madrid y apenas una algarada getafense; la última, cuando Carvajal hizo falta a Lafita y éste, con dolores en el tobillo, pidió el cambio.

Apareció el Madrid más arriba en la segunda parte, y más aplicado en la presión, todo lo cual desactivó definitivamente al Getafe, resignado a capear el temporal. Encajó el 3-1 tras un despiste, que Isco, con la colaboración de Cristiano, aprovechó para dejar el sello de calidad. Se agradece su presencia, y su esencia, como el esfuerzo de Cristiano en su incansable búsqueda del gol. En el minuto 74 se hubiese metido en la portería si Moyà no le hubiese zancadilleado fuera del área. Roja y expulsión. El árbitro tampoco lo vio, como la jugada del 0-1. Sí apreció la zancadilla de Míchel a Jesé y lo expulsó. En el 85 se quedaba el Getafe con 10, en el 93 firmaba Ronaldo la obra de arte, un taconazo para el 4-1. Corta goleada en una plácida tarde otoñal; tan cursi como veraz.

Ficha técnica:

4 - Real Madrid: Diego López; Carvajal, Pepe, Nacho Fernández, Arbeloa; Khedira, Illarramendi (Modric, m.77); Di María, Isco (Jesé, m.84), Cristiano Ronaldo; y Benzema (Morata, m.80).

1 - Getafe: Moyá; Arroyo (Rafa, m.70), Lisandro, Alexis, Escudero (Roberto Lago, m.46); Míchel, Mosquera; Pedro León, Lafita (Sarabia, m.45), Diego Castro y Miku.

Goles: 0-1, m.5: Lafita. 1-1, m.19: Pepe. 2-1, m.33: Cristiano Ronaldo, de penalti. 3-1, m.59: Isco. 4-1, m.90: Cristiano Ronaldo.

Árbitro: Fernández Borbalán (Comité Andaluz). Amonestó a Carvajal (42), por el Real Madrid; y a Alexis (31) y Pedro León (76), por el Getafe. Expulsó a Míchel por doble amarilla (32 y 86).

Incidencias: encuentro correspondiente a la quinta jornada de la Liga BBVA, disputado en el estadio Santiago Bernabéu ante la presencia de 70.063 espectadores. Realizó el saque de honor Pili Peña, campeona del mundo con la selección española de waterpolo. Los jugadores madridistas portaron brazalete negro por el fallecimiento del padre del exjugador Fernando Hierro.