Que Ramos piense en madridismo

Estos últimos días o semanas el foco de la noticia persigue a uno de los mejores jugadores de nuestro futbol. Sí, me refiero a Sergio Ramos, que está inmerso en una lucha constante con su renovación, o aceptar una posible oferta del Manchester United, club histórico inglés pero huérfano de talento en muchas zonas del campo y de calidad y carácter en el centro de la zaga. Sin duda, el sevillano sería un gran refuerzo para el equipo inglés. Pero mientras tanto, la parroquia madridista de lo que sí se muestra orgullosa es de uno de sus héroes de baloncesto, Llull, que esta semana anunciará su ampliación de contrato.

- El ejemplo de Llull

Es normal que los aficionados merengues muestren como ejemplo a un genio de la canasta, que desestimó una suculenta oferta de la mejor Liga del mundo, la NBA, por seguir en su club de siempre y prácticamente de por vida. Esto es madridismo. Yo recuerdo algún caso de negociación en pleno campeonato. Lo viví como un testigo excepcional. Hugo Sánchez fue tentado por una de las mejores escuadras de la liga italiana y después de unas duras negociaciones, y con el evidente aumento de salario porque el club suele ser generoso en estos casos, siguió con nosotros.

- Guti y la Quinta

Por eso mismo me coge de sorpresa el «caso Ramos». Y, por supuesto que no seré yo quien reproche que quiera alcanzar un sueldo que le equipare como uno de los mejores del mundo. Por eso me acuerdo de más compañeros, como Guti o algún componente de la Quinta del Buitre, que se quedaron por amor a los colores, con menos sueldo del que le ofrecían en el extranjero. No voy a criticar a Ramos por sus pretensiones económicas o deportivas. Pero me gustaría que pensara en madridismo...