Quique Sánchez Flores: «Ancelotti no genera conflictos y los resuelve con sabiduría»

Después de casi tres años en los Emiratos Árabes, Quique Sánchez Flores (Madrid, 1965) esperaba una llamada para regresar a la élite. Cuando su teléfono sonó, al otro lado estaba Ángel Torres, igual que hace diez años, cuando el presidente le confió los primeros pasos del Getafe en Primera. Vuelve a la que considera su casa consciente de las dificultades y convencido de que su equipo va a poner en dificultades mañana al Real Madrid.

–¿Imaginaba regresar de esta manera, a mitad de temporada y porque Contra se va a China?

–Tal y como eran las circunstancias, casi las prefiero a tener que sustituir a un entrenador al que han despedido o rescindido su contrato. Es bastante más natural la vuelta a un lugar que conozco, donde las personas son las mismas, donde tengo un buen recuerdo y me recuerdan con cariño. Es un buen sitio para volver.

–¿Cómo de difícil es trabajar sin saber cuándo podrá contar con los fichajes de invierno?

–Son adversidades que se pueden acumular y lo mejor es tratarlas con normalidad y adaptarse. Es la forma de seguir progresando mientras esto se supera. Estaremos mejor cuando los fichajes puedan ser inscritos y los lesionados se recuperen, pero la actualidad es ésa: que perdimos a tres jugadores por diferentes circunstancias (Míchel, Lacen y Lafita) y ahora mismo hay que empujar más fuerte para que esto no se note.

–¿Se ha marcado el reto de recuperar al mejor Pedro León?

–Sí, yo siempre procuro que los buenos jugadores estén al cien por cien. La calidad es algo que me llama la atención y que es necesaria para que un equipo tenga aspiraciones de generar cosas ofensivamente, que al final te acercan al gol y al resultado. Pedro es un caso muy aislado, muy concreto, crítico y difícil. Nos vemos con la ilusión de devolver al jugador a su nivel para que pueda aportar, porque tiene mucho para dar.

–Si la Copa es una distracción, ¿qué es la visita del Madrid?

–Pues como yo entiendo los partidos: una oportunidad única para hacer bien las cosas y obtener un buen resultado que pueda convertirse en una atmósfera positiva. No es un día aparte, ni lo trato como otra Liga. Le doy la misma importancia que a los demás, sabiendo que es un equipo superdifícil y muy poderoso.

–Tanto usted como Ancelotti son entrenadores que prefieren dirigir desde la tranquilidad más que desde la crispación.

–Sí, Ancelotti huye de la grandilocuencia, no quiere titulares, le da mucha normalidad a todo, tiene experiencia y es un tipo calmado. A mí me parece que es la línea a seguir. Porque cuando un técnico está sosegado, todo lo que suceda alrededor, y suceden muchas cosas en una temporada, parece más sencillo de resolver. Él no crea conflictos, los resuelve con sabiduría y para esto estamos los entrenadores, para intentar aportar cosas positivas y no convertir los clubes en un saco de boxeo para recibir golpes.

–Este Madrid es menos contragolpeador y quiere la pelota...

–Los jugadores que están destacando, y que se suman a los que ya había, aportan control de pelota, equilibrio y mayores dosis de posesión. Cuando uno elige a los jugadores para montar un equipo, la propia cualidad del futbolista es la que te marca el estilo y, en este sentido, la suma de Kroos, Isco y James hace que el equipo aumente su posesión.

–¿Quién le parece más importante en este centro del campo?

–El fútbol es colectivo y el estilo de juego es un engranaje. Para que Kroos sea mejor tiene que enlazar con Isco, y él, con James y con los de arriba. Todo suma para crear una idea colectiva y esto es el Real Madrid, que ha juntado una serie de futbolistas que juegan bien y tienen la misma idea. Ha equilibrado el sentido del juego en cuanto a las veces que decide correr y las que prefiere tener el balón, y esto es lo que le hace más peligroso. Antes, si el Madrid sólo corría o sólo tocaba era más previsible. Ahora, como es capaz de combinar ambos aspectos, es un poco más difícil de neutralizar.

–¿Cómo analiza un ex defensa a Bale, Cristiano y Benzema?

–Son físicos imponentes, muy de la escuela del Real Madrid, y con muchas herramientas para decidir un partido. Básicamente lo tienen todo: juego aéreo, potencia, velocidad, disparo... Todo lo que puede desear un delantero. Ante esas opciones individuales nosotros tenemos que responder con el colectivo.

–Acusan a Bale de ser egoísta...

–Cuando los jugadores toman estas decisiones hay que respetarlos. Ellos viven la jugada y hay que estar en su cabeza para saber la de cosas que pueden pensar en esas situaciones definitivas. Hay que tener comprensión, salvo que sean cosas mucho más evidentes. Me parece que todas las jugadas que se han analizado de Bale son muy correctas.

–¿Les perjudica que el Madrid acabe de caer en la Copa?

–No lo íbamos a plantear en función de lo que pasara, y sí en cómo han tratado a los equipos de nuestro nivel. Es complicado, será duro, pero estamos en la obligación de ser competitivos.