Ronaldo, al mando

Hubo un momento en el Real Madrid en el que Cristiano Ronaldo pasó del yo al nosotros. Se convirtió entonces en el líder indiscutible del grupo y conquistó al fin al Bernabéu. Pocos futbolistas saben como él lo difícil que es el estadio. Le costó sudor y una escandalosa cifra de goles. Y ahora, que llega un momento cumbre, está al mando del equipo. Ahora, piensa en conjunto: «A nivel personal empecé bien en cuanto número de goles. Pero hay que mencionar al equipo porque ha jugado muy bien. Tenemos que seguir mejorando. Por eso hay que ir paso a paso. Yo intentaré seguir bien, con goles y ayudando al equipo», aseguró ayer, antes del partido contra la Juve de esta noche.

Ancelotti escondió ayer la alineación. Se sabe, seguro, que Cristiano Ronaldo juega y lo hace en la banda izquierda, su sitio: «Empieza en la banda y marca en el centro. Empieza en la banda y después irá a la posición más confortable para que juegue. No estoy tan loco como para cambiar la posición a un jugador que marca 50 o 60 goles por temporada», aseguró el entrenador italiano para cerrar cualquier discusión acerca de la posición del portugués. Hubo cuatro minutos, contra el Málaga, en los que Ronaldo estuvo de punta: «El míster me da una posición confortable. A veces podré jugar un poco por el medio, pero siempre ha estado en mi posición», confirmó él.

Mejorando

El sábado pidió perdón por no marcar antes su tanto. Ayer dio la cara, el día antes del primer gran compromiso de la semana. La Juve va a medir el estado en el que se encuentra el Real Madrid antes del partido del Camp Nou. El equipo ha encontrado el tono que buscaba justo antes de lo más importante. «No pienso que sea una semana determinante, pero sí importante. Estamos entrenando bien y mejorando. Obviamente no empezamos como queríamos, pero estamos bien y tenemos las ganas de ganar a la Juve y al Barça. Pero tranquilos y poco a poco. La prioridad es ganar en Liga de Campeones para luego ganar el sábado». Quien habla es un Ronaldo contento, «orgulloso» de jugar donde juega, feliz de vivir donde vive, pese a algunos cantos en los que se le insulta por ser portugués: «No lo veo como racismo, lo cantaban para molestarme y que jugara mal. No se puede enfadar uno por lo que digan. Somos profesionales y tenemos que aceptarlo. Yo me siento bien aquí, a gusto y me gusta España y estoy muy contento».

Y más contento estará cuando el equipo gane una competición. Le da igual la Liga de Campeones, la Liga o la Copa, un amistoso o un entrenamiento: «Tengo la ilusión de ganar cada competición. Para la gente la ''Champions'' es la más importante. Pero yo juego todas las competiciones para ganarlas. La gente puede obsesionarse con la ''Champions'' pero hay que ir poco a poco. Ganar mañana y cuando lleguen partidos importantes veremos».

Ese espíritu es el que ha contagiado al equipo. Lo dijo Ramos cuando el equipo hizo examen de conciencia: todos tienen que correr para Cristiano, que es quien marca las diferencias. Y el portugués ha asumido los galones. Se preocupa por Bale y pide que no se le presione. Dice que todos, incluso él, pueden sufrir la racha que ha sufrido Benzema, respeta y calla sobre la polémica en la delantera o en la portería. «Somos el Madrid. Estoy seguro de que estaremos bien. Siempre con la humildad de que hay que mejorar», insistía ayer Ronaldo, antes de marcharse y dejar solo a Ancelotti ante la Prensa. «Suerte», le dijo.