Suerte para el Madrid y el Barça; Cristiano para el Atlético

Un clásico del fútbol europeo, pero ya muy lejos de sus mejores tiempos, el Ajax se medirá con el Real Madrid en los octavos de final de la Champions. También estuvo afortunado el Barcelona, que se medirá a otro equipo un escalón más bajo, el Olympique de Lyon.

Un clásico del fútbol europeo, pero ya muy lejos de sus mejores tiempos, el Ajax se medirá con el Real Madrid en los octavos de final de la Champions. También estuvo afortunado el Barcelona, que se medirá a otro equipo un escalón más bajo, el Olympique de Lyon. Peor, mucho peor, como se esperaba pinta esta eliminatoria para el Atlético. Como segundo de grupo, al no ser capaz de ganar en Brujas, tenía todas las papeletas para que le tocase uno de los favoritos. El City era el que contaba con más posibilidades: pero fue la Juve de Cristiano Ronaldo, con el partido de vuelta en Turín. Si el Atlético quiere jugar la final en su campo, le va a tocar hacer una hazaña.

Una sonrisa se dibujó probablemente en los rostros de la expedición madridista. El Ajax es un mito del fútbol europeo, pero hace tiempo que es un conjunto que busca su mejor nivel. Segundo en el grupo del Bayern a quien le empató los dos encuentros y con opciones hasta el final de ser el primero de grupo. Como siempre, como manda su cultura, es un conjunto joven al que le gusta tener el mando de los partidos, con jugadores con calidad y con Huntelaar, el delantero que estuvo en el Madrid, aún en sus filas. Pero frente a la experiencia del Madrid, el Ajax es un equipo en crecimiento, buscando aún su techo y con nostalgia de los buenos tiempos. Es claramente inferior a los de Solari. Al menos a los de Solari en su mejor versión. Ahora no lo están, pero es probable que en febrero, el campeón tenga otra cara y el Ajax no tenga excesivas opciones.

“Va ser muy difícil, pero hay que ver el estado de los equipos en febrero, a ver cómo nos encontramos los dos equipo. Cristiano es importante, que ha reforzado a la Juve, pero nosotros también tenemos nuestras armas”, decía Clemente Villaverde, el delegado del Atlético en el sorteo. Va a ser complicado, sí. Casi todos los rivales del Atlético eran malos y la Juve suena mal. El conjunto italiano tiene una misión esta temporada: competir en Europa y por eso fichó a Cristiano Ronaldo, para dar el último paso, para competir por ejemplo, con el Madrid y el Barcelona, que siempre le han ganado en los momentos decisivos. No estará contentos en la escuadra italiana con el rival porque el Atlético quiere hacer algo grande este año en Europa y quiere ser el protagonista de la final, no solamente el anfitrión. El primer partido será en el Wanda; el segundo italiano.

Mejor, mucho mejor le fue al Barcelona, que también se ha tomado este año la Champions como objetivo prioritario por encima de cualquier cosa. El Olympique no es un uno de los conjuntos punteros de Europa y es un equipo armado para jugar al ataque, para discutir la posesión a los rivales y eso le viene fenomenal a los de Valverde. Cuando los rivales se le abren, cuando Messi tiene espacio para disfrutar, son una tempestad, como pudo comprobar el Levante. Si el Barcelona y, sobre todo, el futbolista argentino sigue mostrando el nivel que está teniendo ahora, la felicidad del fútbol del Olympique puede quedarse muy corta ante los azulgrana.

Los otros dos grandes duelos son el United-PSG y el Liverpool-Bayern, históricos del fútbol europeo, todos con muchas necesidades en la máxima competición europea. Mourinho mide a Neymar y a Mbbappé, mientras que el subcampéon, el Liverpool, entrenado por Klopp se mide al Bayern, un gigante que no pasa por su mejor momento.