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Simeone toca a rebato

Diego Simeone, durante la rueda de prensa ofrecida esta tarde en el estadio Vicente Calderón, en la víspera del partido de vuelta de cuartos de final que enfrenta a su equipo con el Barcelona.
Diego Simeone, durante la rueda de prensa ofrecida esta tarde en el estadio Vicente Calderón, en la víspera del partido de vuelta de cuartos de final que enfrenta a su equipo con el Barcelona.larazon

Con la necesidad de remontar un gol en contra y consciente de la dificultad del objetivo, el entrenador del Atlético de Madrid señala la importancia de estar al 100% durante todo el partido.

La eliminatoria la inclinó Messi, con su gol en el Camp Nou, a favor del Barcelona. Los azulgrana son favoritos, por su ventaja y por su juego, superior al de los rojiblancos, pero en el Atlético se han llevado el cuchillo a la boca, valga la expresión, para intentar que el equipo de Luis Enrique no salga vivo. La conjura de Simeone y sus guerreros debe estar aderezada, además de por su fútbol, por el apoyo de los más de 50.000 seguidores que llenarán el campo. «Hay que vivir cada minuto como si fuera el último», es el mensaje del argentino.

¿Remontada? Marcarle dos goles al Barcelona y no encajar ninguno es tarea complicada para el Atlético, que esta temporada se ha estrellado frente a los azulgrana en los dos choques precedentes. En la Liga, el Barça fue muy superior y hace una semana el panorama cambió porque Simeone dio con la tecla para no dejar maniobrar al rival, aunque a los rojiblancos les faltó profundidad y remate, especialmente en la segunda parte, cuando Torres y Griezmann agotaron el carburante.

La cita de esta noche es, en teoría, más sencilla para el Barça que para el Atlético. Las sensaciones de ambos equipos y la forma de jugar corroboran que el elenco de Luis Enrique ha encontrado el «feeling» perdido en noviembre y diciembre. La posición de Messi, una vez superadas sus diferencias con el técnico (la herida no se sabe si ha cicatrizado bien), ha servido para revitalizar el juego ofensivo. Parte desde la derecha, tiene libertad de movimientos y casi siempre encuentra a Luis Suárez o Neymar para tirar una pared o buscar una acción individual. El brasileño se ha convertido en su socio incondicional. «Ney» está a un nivel altísimo. Juega para él y para el equipo y es determinante en la finalización de las jugadas.

Se supone que Simeone querrá «enjaular» a Messi y a Neymar con el trabajo de Juanfran, Siqueira, Gabi y Arda. Muchas ayudas en los rojiblancos para que las dos estrellas azulgrana no puedan desarrollar su fútbol. Lo que pasa es que el Atlético, además, tendrá que vigilar a Luis Suárez e impedir que la pelota circule con fluidez por los pies de Iniesta y Rakitic. Se les va a acumular el trabajo a los rojiblancos que, desde la presión, la intensidad y la estrategia, buscarán un resquicio para meter mano al actual y sólido Barcelona.

La apuesta por Torres y Griezmann, el jugador más enchufado del equipo madrileño, es la misma del Camp Nou. Velocidad, potencia y llegada. El problema, como sucedió hace siete días, es que jugaron muy lejos de Ter Stegen, con el consiguiente desgaste físico y la ventaja para defensores como Mascherano y Piqué que supieron anticiparse al corte. Mandzukic, si no hay cambio de planes, esperará en el banquillo para ver cómo se desarrolla el encuentro.

No nos engañemos. El Atlético no va a cambiar su forma de jugar. No se va a suicidar con un juego alegre y muy ofensivo. El equipo se siente más cómodo esperando en su campo, pero la presión tiene que hacerla cerca del área azulgrana para impedir la salida del balón por parte de Mascherano, Piqué o Busquets.

Las cartas están marcadas. Los dos técnicos se conocen y se miden. El público va a ser una baza a jugar, pero ya dijo Simeone, en vísperas de ir al Bernabéu, que no marca goles. El técnico llama a rebato. Son, sin embargo, los jugadores rojiblancos los que tendrán que darlo todo para intentar la remontada ante un Barcelona que, le duela a quien le duela, es simplemente mejor.