Un dulce empate

Al vestuario del Real Madrid el punto conseguido al final le supo como una victoria

Más que el resultado, es la forma en que se consigue. El Madrid sufrió durante muchos minutos en la segunda mitad, cuando tenía un gol en contra. Lo pasó mal. «Jugar aquí no es fácil, el Barcelona es muy fuerte en casa», contaba Casemiro, pero acabó empatando cuando creía que se iba la ventaja en Liga. «Hemos sufrido hasta el final, no hemos bajado nunca los brazos. Hicimos un gran esfuerzo y estamos muy contentos con el resultado», contaba Varane. Por eso, era un punto lo que consiguió el Madrid, pero mantenía la ventaja en Liga y evitaba que el optimismo llegase al Camp Nou. Era un empate, pero sonaba y sabía a victoria. «Ellos dominaron más en la segunda y se adelantaron, pero nosotros no nos rendimos y meter un gol así en el Clásico es casi como una victoria», decía Modric, que se dejó la vida como mediocentro, robando balones, en otra lección de inteligencia futbolística. Lo mismo pensaba Marcelo. «El punto sabe como una victoria. Hemos peleado mucho y hemos dado la cara en casa de un rival difícil. Hemos hecho lo que el entrenador nos pidió y no hemos bajado los brazos. Sabíamos que un punto aquí nos ayudaría mucho».

Sólo se ha disputado la jornada 14 de Liga y nadie en el vestuario piensa que el campeonato está decidido. Queda tanto y pueden pasar tantas cosas que no se quiere que un optimismo desmesurado haga que el vestuario pierda la perspectiva. «Tenemos una ventaja muy buena pero queda toda la Liga por delante y mucho trabajo y muchos partidos. Hay que seguir en esta línea», explicaba Lucas Vázquez, quien pensaba que Mascherano le había hecho un penalti nada más comenzar el partido, que podía haber sido decisivo luego. «No he visto la jugada en imágenes, pero mi sensación en el campo es que Mascherano me hace un penalti clarísimo», contaba Lucas. Desde ese minuto, los jugadores del Madrid supieron que iba a ser una tarde de mucha concentración: «Para ganar trofeos hay que sufrir y para no perder estos partidos también, hemos respondido muy bien, es muy positivo», decía Varane.

El Madrid dominó antes del descanso, fue dominado después, marcó en la penúltima jugada y Casemiro salvó el empate en la última. Fue un partido tenso, en el que Carvajal hizo una peineta­: «Me gustaría pedir disculpas por el gesto a un sector de la grada respondiendo a los insultos. Es algo que no se debería hacer», pidió perdón después.