Restringido

Un genio y un incomprendido

Isco y Benzema tomaron el protagonismo del equipo frente a la Real y dieron un espectáculo. Ambos entienden de manera parecida el fútbol

Isco y Benzema tomaron el protagonismo del equipo frente a la Real y dieron un espectáculo
Isco y Benzema tomaron el protagonismo del equipo frente a la Real y dieron un espectáculolarazon

Isco y Benzema tomaron el protagonismo del equipo frente a la Real y dieron un espectáculo. Ambos entienden de manera parecida el fútbol

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En internet se puede encontrar el vídeo del partido del Madrid del sábado o si no se quiere ver entero, también se pueden buscar resúmenes con sólo los goles. Y además, no hace falta dar muchas vueltas para llegar a otro vídeo en el que se resumen las jugadas de Isco. El centrocampista del Madrid ha conseguido que sus regates merezcan la pena tanto como un gol. No por nada es el madridista que más regatea, hace uno cada 13 minutos y es uno de los que más lo intentan en la Liga. Contra la Real Sociedad empezó con una jugada en la banda izquierda de ataque, donde después de deshacerse de dos contrarios centró al área. A partir de ahí, dio un festival. Hubo un momento que pareció que era imposible que perdiese una pelota. Con Illarra junto a Kroos en el centro del campo, el andaluz se sintió más liberado y pudo olvidarse un poco de mirar hacia atrás, sobre todo porque la Real, después del gol tan tempranero, dimitió del choque. Isco disfrutó con su partido. Y cuando disfruta él, el Bernabéu se lo pasa como nunca.

Pese a que él, junto con Benzema, marcó el ritmo del partido, el verdadero socio de Isco fue Marcelo. Cuando el brasileño se siente liberado de defender, se convierte en un extremo y en él encuentra Isco una salida a sus jugadas. Entre ambos se dieron casi 50 pases. Y los dos fueron los primeros que buscó Ramos para dar una salida al balón. El central dio 20 pases a Marcelo y sólo uno menos a Isco. Frente a la Real Sociedad, el Madrid tuvo muy claro por dónde tenía que empezar a jugar y por donde tenía que acabar las jugadas. Todos los goles empezaron en la banda izquierda. Si los jugadores blancos que se sitúan por esa zona están inspirados, poco puede hacer el rival. «Me ha llamado mucho la atención cómo juega Isco. Tiene mucha categoría», decía Rulli, el portero de la Real, que pudo ver como ninguno cómo ataca el Real Madrid.

A Isco le ha costado, pero ahora va a ser más que complicado quitarle de la titularidad. No estuvo en el encuentro de Córdoba y el Madrid sufrió demasiado. Se ha convertido en una pieza imprescindible en el conjunto de Ancelotti desde que Modric se lesionó, el técnico le pidió retrasar un poco su posición y no falló. Sabe lo que tiene que hacer. Después de Ramos, Carvajal y Kroos, es el futbolista que más faltas hace.

La temporada pasada Ancelotti quería encontrarle un hueco, pero no fue posible. Le intentó colocar como falso nueve, pero no salió bien la operación. La hiperactividad de Di María dejaba sin hueco al andaluz, que sin embargo acabó siendo decisivo en los partidos importantes: en la final de Copa, donde fue titular, y en la final de Lisboa, cuando cambió el ritimo del partido.

Los que le conocen aseguran que la felicidad del futbolista es completa. Cuando llegó, tenía la impresión de que debía demostrar lo que valía en cada jugada. Ahora, en cambio, disfruta.

Y Karim aprendió a correr

Cuentan en el Real Madrid que durante una época, hace ya años, Karim Benzema no estaba contento con su papel en el equipo. Creía que no se contaba con él lo suficiente o que no le pasaban la pelota. Y pedía hablar con el presidente para encontrar soluciones o más bien para quejarse. Lo consultó con su padre y éste le dijo que sí, que hablaban con Florentino Pérez cuando se pudiese, pero que antes, lo que tenía que hacer era correr en el campo.

Mientras otros han buscado en la competencia y las llamadas de otros clubes para aumentar su caché o presionar en las oficinas del Bernabéu, en el Madrid están más que contentos con la actitud de Benzema a la hora de negociar subidas o renovaciones de contrato. Sigue en el equipo porque quiere seguir y porque, después de cinco años, se ha ganado ser el delantero titular en un ataque donde Ronaldo y Bale se hinchan a meter goles. No ha sido fácil: Karim peleó durante mucho tiempo con Higuaín en busca de la titularidad. Eran dos delanteros muy distintos, que no se llevaban mal, pero que en su pugna dividían a la afición madridista, a la que tanto le gustan este tipo de debates. Higuaín era sangre caliente, Benzema es todo lo contrario. No pierde los nervios jamás, lo que es un valor incuestionable cuando se juega en un equipo con la presión del Real Madrid. Al final, con el tiempo, el argentino se marchó y el francés sigue sumando goles como madridista.

En el vestuario blanco están acostumbrados a verlo con los cascos puestos, escuchando música, como abstraído, como pensando en otra cosa. Como si nada fuera con él. Ésa es la imagen que transmite desde que llegó: parece indiferencia, pero no es nada más que tranquilidad ante los acontecimientos. Él se limita a hacer su trabajo y cuando está inspirado, como está sucediendo en los últimos encuentros del Real Madrid, resulta imparable. «Es el delantero perfecto», ha dicho de él Morientes, que sabe lo que es jugar en esa posición en el conjunto blanco. «Todos sus compañeros se benefician de sus movimientos, de sus pases, de su poco egoísmo, de sus goles», continuaba. Porque cuando se habla de Benzema, los goles son importantes, pero para nada son lo más importante. Esta temporada lleva 11 tantos y 8 pases de gol. 66 ha dado en los cinco años y medio que lleva en el Real Madrid. «A Karim hay que valorarle tanto por sus goles como por sus movimientos», decía Carlo Ancelotti después del encuentro contra la Real. Por si acaso, él sigue aumentando su registro estadístico, para los que se fijan demasiado en los números, no miran lo que sucede en el campo y no le comprenden. «Nunca me habían metido un tanto tan impresionante como el de Benzema», decía Rulli, el portero de la Real Sociedad, que hizo un buen encuentro y se marchó con cuatro goles en contra. Sin duda, marcó el tanto de la jornada: un gran tiro de lejos, después de dos combinaciones con Jesé y con Isco. El resumen perfecto de lo que es el delantero francés. Toque y fútbol. En la web del Madrid, en los perfiles de los futbolistas, cada uno dice una frase con la que se define. La de Benzema es: «Soy un delantero que ama el buen fútbol».

Karim suma 128 goles en el Madrid. El duodécimo goleador histórico del conjunto blanco. Para ser un futbolista que no marca goles, según el prejuicio más extendido, la posición no está nada mal. Detrás de él, en esa lista, se encuentran Higuaín, Zamorano o Ronaldo, el brasileño. En dos goles cogerá a Míchel y algo más le costará cazar a Amancio, que suma 155. Antes o después lo hará y entrará en el «top 10» de la historia de los goleadores del Real Madrid.