Un Ronaldo nunca visto

Según los datos que maneja el equipo técnico, el portugués se encuentra físicamente mejor que otros años. Con tranquilidad, sólo espera empezar hoy contra el Espanyol su cuenta goleadora

Cuando Rafa Benítez sale a hablar con la Prensa antes o después de los partidos ya ha estudiado los datos con los que descifrar lo que ha sucedido. Frente a preocupaciones basadas en lo que se ve, en la subjetividad de las sensaciones de lo que se transmite, él es absolutamente empírico. La realidad se puede radiografiar si se saben leer sus hechos. Es decir: que es un dato que Cristiano Ronaldo ha pasado dos partidos oficiales con el Real Madrid sin marcar, al que hay que sumarles el que jugó con la selección portuguesa. Pero también es un dato que es el futbolista que más tira de la Liga (5 veces más que Messi) y el que más lo hace de las grandes ligas europeas (ocho disparos por encuentro). «Es el que más tira de la Liga, con lo que trabaja y su calidad va a meter muchos goles seguro y va a hacer una cifra muy alta», explicó ayer el entrenador del Real Madrid, que no va a permitir que nada perturbe su arranque en el banquillo blanco: ni el asunto de los porteros, ni un partido empatado, ni que Ronaldo esté 180 minutos sin lograr un gol.

El portugués ha marcado tal nivel de exigencia en el Real Madrid que cuando pasa más de un partido sin que encuentre portería se enciende una pequeña alarma en los aficionados. Pasó el Sporting y nadie del equipo marcó. Pasó el Betis y el Madrid goleó, pero CR7 se quedó, otra vez, secó. Entonces, se buscan síntomas de lo que sea, o se estudian sus gestos para buscar su desesperación o se registran sus movimientos para intentar confirmar que algo ha cambiado. No hay nada, insiste Rafa Benítez, que lo ve todos los días y que sí que ha variado algunas rutinas de sus entrenamientos para potenciar algunas facetas de su estrella.

Porque si Benzema hubiese pasado a Ronaldo en una de las primeras jugadas del encuentro contra el Betis, no habría dudas sobre Cristiano. Llegaron los dos solos contra el portero, y el francés, por una vez, se dejó dominar por su gen de delantero centro, ése que habitualmente esconde bajo su finura, y decidió tirar, cuando era más sencillo darle el balón a su compañero. Falló y después le pidió perdón. Sin goles, Cristiano parece disminuido, fuera de foco o de sitio, pero en el Real Madrid no se preocupan. Los datos siguen siendo convincentes. Según las pruebas que hace el equipo técnico a los futbolistas, el portugués está por encima de las últimas temporadas. Los ejercicios personalizados le han servido para mejorar. Lo sabe Rafa Benítez y lo sabe Cristiano Ronaldo: está mejor que nunca,

A sus 30 años, la estrella del Madrid es consciente de que se encuentra en un punto clave de su carrera, que su pasado puede que sea más largo que su futuro en el fútbol. Pero que aún tiene mucho que dar.

Ronaldo ha ganado tranquilidad, tras un curso pasado turbulento y quienes están cerca de él le ven más maduro, más estable, muy a gusto con su hijo, y sin alterarse apenas por todo el ruido que se crea a su alrededor, que es inmenso y que parece interminable. Durante las vacaciones, mientras se hablaba de Sergio Ramos, de De Gea o de Benítez, Cristiano fue dejando pistas de sus vacaciones en las redes sociales, casi siempre acompañado de su hijo y en momentos de absoluta calma. Cuando el Madrid ganó la «Décima», él sometió a su cuerpo a un esfuerzo que luego terminó pagando. La temporada pasada fueron otros asuntos los que le dejaron tocado durante un invierno que se hizo muy largo para casi todos los madridistas.

Nada le altera ahora, sin embargo. Al contrario, pocas veces va a tener un objetivo tan definido en el Real Madrid. Son sólo nueve goles los que le separan de la cifra con la que Raúl comanda la lista de goleadores históricos del club blanco. El Espanyol (16:00 h) puede ser su punto de partida.