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Vela y la Real siguen en la ola
El mexicano abre la Liga con un golazo ante un Getafe escaso de ambición
La Real vuelve como se fue y el Getafe mantuvo la línea de indefinición de la campaña pasada. Los donostiarras, ahora entrenados por el desconocido Jagoba Arrasate, pasaron por encima del equipo de Luis García y sellaron el triunfo con goles de Carlos Vela y Seferovic, el suizo de 21 años, de origen serbio, que debutaba ayer con los donostiarras. El mexicano se dio el gusto de abrir el campeonato liguero con un golazo que confirma su calidad y que es un jugador llamado a hacer grandes cosas esta campaña.
La Real, que no contó con su último fichaje, Esteban Granero, se esforzó desde el primer minuto. Quería resolver pronto porque el martes tiene cita europea en Lyon frente al Olympique. Jagoba Arrasate en su estreno en el banquillo realista no modificó mucho el esquema de su antecesor y eso que reservó a Xabi Prieto y Griezmann. Siempre quería tener la iniciativa, mover el balón con criterio y buscar la portería de Moyá con sentido. Vela dio una demostración de su calidad y hasta que llegó el primer gol fue la Real la que tuvo el mando porque el Getafe se refugió en su área y le costó salir al contragolpe, aunque cuando el partido se le puso en contra trató de cambiar de cara. Pero a los madrileños les falta pegada. Decía Luis García que los goles ya llegarían, pero sólo hubo amagos de Lafita y Pedro León ante Bravo. Y cuando se le presentó una ocasión clara, Diego Castro mandó el balón a las nubes.
El gol de Vela (min 43) resultó decisivo. A la Real le dio tranquilidad para afrontar el segundo tiempo con más precauciones y al Getafe le obligó a estirarse tras un primer tiempo muy flojo. Tuvo más el balón el cuadro madrileño, pero Seferovic mató el partido en un contragolpe. Buen jugador el suizo, que resolvió con calidad un duelo que ganó el que más méritos hizo y tuvo más consistencia.
En Anoeta no se acordaron de Illarramendi –Rubén Pardo asumió su rol– y la Real se anotó los tres primeros puntos con los mismos argumentos de antaño.
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