Eterno, hasta que se termine

Zidane vuelve a reconocer que él también ha renovado, pero añade que en el Madrid sólo importa el día a día: «No veo más allá».

Haga lo que haga Zidane ya se ha ganado un sitio en el santoral de los madridistas. Primero como jugador, con ese gol en la final de la Champions, y después, ya de traje, estando en el banquillo de la Décima junto a Ancelotti y siendo el principal responsable del equipo que ha conquistado dos Copas de Europa consecutivas, además de la Liga pasada. El entrenador francés puede hacer lo que quiera en el Real Madrid porque es la clave del éxito. Ayer volvió a confirmar que ha renovado con el club para tres años, pero también reconoció que cuando se está en el banquillo del Bernabéu, eso importa poco. «Me encuentro bien en el Real Madrid. No significa nada la renovación. Me importa el día a día y no veo más allá. En este club hay que rendir siempre», explicaba. Es decir, que su futuro no lo va a marcar la fecha puesta en un papel y sí sus sensaciones o los éxitos o no que consiga. No hay más medida.

Con las dos partes de acuerdo, lo único que falta es que se anuncie, como ya se ha hecho esta semana con las renovaciones de Marcelo, Isco y Carvajal. Falta por hacer la de Benzema y la de Zidane, pero son meras formalidades. El éxito de la unión entre el entrenador y el club es tal que no ha habido ningún problema en las negociaciones y ambas partes confían en mantener la fórmula que ha llevado al Madrid a revivir triunfos (ganar Liga y Copa de Europa) en la misma temporada, que no lograba desde finales de los años 50. Cuando se les pregunta a los jugadores quién es el que más ha influido en la mejora de su rendimiento, casi todos contestan que Zizou. Eso hicieron Isco y Marcelo cuando contestaron a una pregunta sobre su entrenador y eso podría decir Bale, a quien el técnico está protegiendo como a nadie. «Cuando hay espacios, con su velocidad, Bale puede hacer daño a cualquier equipo. Lo vimos en la jugada del gol de Anoeta. Pero técnicamente es muy bueno y puede jugar en cualquier situación, sin espacios también, porque se maneja muy bien», decía ayer el entrenador a una de las varias preguntas sobre el galés.

Vuelve a jugar el Madrid en el Bernabéu y hay parte de la grada que no le perdona ni el mínimo error a Bale. «No sé por qué le pitan. Este estadio ha silbado a todos sin excepción. Pero no pasa nada. Forma parte de una carrera y a veces es bueno notar que no estás haciendo las cosas bien, aunque no creo que sea el caso de Bale, es en general. Lo digo por mi propia experiencia, porque luego quieres hacerlo mejor en el partido siguiente», volvió a explicar a Zidane, que en sus primeros días de blanco tuvo que soportar muchas dudas.