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Zidane: «La pelota no quiere entrar»

El francés reconoce estar «dolorido» por otro «palo duro», pero no se siente «abatido» un partido

El entrenador del Real Madrid, el francés Zinedine Zidane, en partido ante el Villarreal
El entrenador del Real Madrid, el francés Zinedine Zidane, en partido ante el Villarreallarazon

El francés reconoce estar «dolorido» por otro «palo duro», pero no se siente «abatido» un partido.

Casi treinta veces remató el Real Madrid ayer en el Bernabéu, pero no pudo evitar quedarse a cero por quinta vez esta temporada. Lo que durante la histórica racha de partidos consecutivos marcando salía de forma natural ahora le cuesta a los de Zidane un esfuerzo titánico. Frente al Villarreal, los blancos probaron suerte 28 veces ante la portería rival con el mismo resultado que en las derrotas ante el Betis y el Barcelona y en los empates con el Athletic y el Atlético en el Wanda. «Es un resultado muy inmerecido y duro a la vez. Hicimos muchas ocasiones, pero no quiso entrar el balón. Luchamos, corremos, pero no quiere entrar y así es difícil», explicaba Zidane, que no encontraba ningún reproche que hacer a sus jugadores, todo lo contrario. «Lo bueno es que tenemos un partido cada tres días. Cuando las cosas van bien tienes que confirmar lo que estás haciendo y cuando van mal, aparece la posibilidad de cambiar la racha. Y lo vamos a hacer siendo una piña y pensando cada uno en hacer las cosas para ayudar al compañero», decía Zidane reafirmando la unión entre el vestuario y un técnico que les devolvió la sonrisa desde el primer día que entró por la puerta.

Todo era gris con Benítez y él trajo la luz y la confianza a unos futbolistas que ahora se dejan todo en el campo con muy poco resultado. El equipo que presumía de tener una pegada de peso pesado, ahora no es capaz de noquear a sus rivales por mucho que lo intente. Invierte todo física y mentalmente en las primeras partes en busca de abrir el marcador y, como no encuentra el premio, se cae tras el descanso. Así fue el guión del «clásico» y de varios partidos, sobre todo ante su público.

Sin un delantero centro fijo, Cristiano y Bale se repartieron el papel de falso nueve ante el submarino amarillo. El portugués fue el que más chutó, lo habitual tanto en los buenos como en los malos días. Once veces lo intentó y en cuatro de ellas encontró primero la portería y después el acierto de Sergio Asenjo. Con Bale algo apagado y Mayoral calentando en la banda, los centrocampistas fueron el otro camino que más exploró el Real Madrid para buscar el gol. Kroos y Modric hicieron cinco y tres remates respectivamente, uno cada uno entre los tres palos. Desde su posición de interiores son el argumento que más usan los blancos cuando las bandas no son lo productivas que fueron en los cinco títulos de 2017. El otro disparo acertado fue de Marcelo, precisamente en la primera ocasión clara del choque. «Es una racha mala que puede pasar. El fútbol nos había dado todo lo bueno antes y ahora nos encontramos en un momento duro. Ha sido un palo inmerecido, pero sabemos que todo cambiará si ganamos un partido, ojalá que sea el jueves o el domingo», continuaba Zidane, otra vez al lado de sus futbolistas y, una noche más, acertado en el tono. «No estoy abatido. Tenemos vida y esperanza, hay que contar con el Madrid».