Ramos nunca se acaba

El central volvió a dar la victoria al Real Madrid con un remate en el minuto 92 tras un saque de esquina que tumbó al Deportivo.

Lo fácil para Casemiro era dársela a Navas y evitar la presión del rival. Estaban el delantero del Deportivo y Casemiro solos, tenía el balón el madridista y de cara a su portero, quiso salir con el balón jugado, una frivolidad impropia de él, quiso hacer lo bonito, pero no lo más sencillo. Se equivocó y metió al Madrid en un lío. Un lío gordo, un lío inesperado.

Un lío para que lo resolviera Sergio Ramos.

No podía ser otro, no podía volar otro, cuando el partido estaba en el descuento, tras un saque de esquina, cuando el empate parecía un mal menor. Ramos, que no rotó porque no puede, porque hay que agarrarse a él como quien se agarra a la fe. Di Stéfano es el escudo, Camacho era el carácter, Butragueño, el misterio; Ronaldo los goles y Ramos pasará a la historia como el heroico, como el salvador. La épica. Si él dice seguidme, hay que seguir; si él dice pónmela, hay que ponérsela. Se sabe que va a marcar, porque lo hizo el otro día, lo hizo en la final y lo hizo ayer, con todo el corazón y la urgencia. Se fue saludando al público, tocándose el escudo.

Antes de su gol pasó de todo, en una secuencia increíble, en un partido que salió por donde nadie pensaba que iba a salir. Ya tenía aspecto raro la convocatoria de Zidane, sin sus delanteros y sin Modric y esa extrañeza, de encuentro de tono bajo, tras el maratón de estrés y antes del viaje a Japón, se vivió casi hasta el final. No supo el Madrid controlar el tiempo del choque, falto de Modric y aún sin estar a tope Kroos. El Deportivo llegó al Bernabéu a no arrugarse y sólo lo hizo al final. Para morir. Pero antes, jugó bien y tuvo la ocasión más clara de la primera mitad, cuando remató al poste. No había dueño, llegaba el Madrid con prisa, con algún remate de James y con algún toque de inspiración de Isco. Empezó bien Asensio, pero se apagó pronto, mientras Morata se pegaba con todos. A veces parece más preocupado de la lucha que de la pelota. Estaba criticón el público, que lo pagaba con Danilo y con los jugadores que fallaron después, pero daba la impresión de ser uno de esos encuentros que caen por su propio peso. El tanto de Morata acentúo esa tendencia. Un día resuelto, sin brillantez, pero con eficacia.

Hasta que se le cruzaron los cables a Casemiro, entró el Real Madrid en shock y Joselu tuvo sus cinco minutos de gloria. Marcó el primero, hizo el segundo y nadie entendió nada.

Quedaba poco, Zidane sacó a Mariano y daba tiempo para que Marcelo calentase. Y el estadio entró en trance. Se acabaron las críticas y empezó el vendaval. Con dos delanteros, con balones al área, los blancos encajonaron al Dépor. Garitano pedía a sus jugadores presión alta, pero era un bombardeo y había que buscar el refugio del área. El Madrid jugaba con tres centrales, con Lucas abierto en la derecha y James y Marcelo en la izquierda. Se amontonaban futbolistas, pero en una, Mariano remató con el hombro, sí con el hombro, a la escuadra.

Se miró el reloj. Quedaba tiempo. ¿Cuándo no queda tiempo en el Bernabéu? Tyton, el portero del Dépor, se moría en cada jugada y resucitaba después.

Sacó el Madrid un córner.

Y ya saben.

- Ficha técnica:

3 - Real Madrid: Keylor Navas; Danilo (Marcelo, m.81), Pepe, Sergio Ramos, Nacho; Casemiro, Kroos; Marco Asensio (Lucas Vázquez, m.66), Isco (Mariano, m.72), James; y Morata.

2 - Deportivo: Tyton; Juanfran, Albentosa, Sidnei, Fernando Navarro; Borges, Guilherme, Colak (Joselu, m.58), Carles Gil; Babel (Fajr, m.82) y Andone (Mosquera, m.74).

Goles: 1-0, m.50: Morata. 1-1, m.63: Joselu. 1-2, m.65: Joselu. 2-2, m.84: Mariano. 3-2, m.92: Sergio Ramos.

Árbitro: Jaime Latre (colegio aragonés). Amonestó a Morata (70) por el Real Madrid; y a Borges (25) y Albentosa (59) por el Deportivo.

Incidencias: encuentro correspondiente a la decimoquinta jornada de LaLiga Santander, disputado en el estadio Santiago Bernabéu ante 67.174 espectadores.