Real Madrid
Zidane tiene la última palabra
Tras las celebraciones por la Copa de Europa, el Madrid trabaja ya en la plantilla de la temporada que viene. El objetivo es que sea tan amplia y competitiva como ésta. Las grandes dudas son la difícil continuidad de Morata y la posible llegada de De Gea a la portería. El entrenador francés será quien tome las decisiones
Tras las celebraciones por la Copa de Europa, el Madrid trabaja ya en la plantilla de la temporada que viene. El objetivo es que sea tan amplia y competitiva como ésta. Las grandes dudas son la difícil continuidad de Morata y la posible llegada de De Gea a la portería. El entrenador francés será quien tome las decisiones.
Los jugadores del Real Madrid ya están de vacaciones o a un paso de ellas, convocados por su selección. Puede parecer, por eso, que la actividad del club campeón de Europa se paraliza cuando lo que ocurre es justamente lo contrario. Ahora es cuando más se trabaja en las oficinas y en todo lo que rodea a la plantilla. Desde Prensa hasta, y sobre todo, el asunto de los fichajes. Florentino Pérez, José Ángel Sánchez y Zidane, que se ha ganado el derecho a que su opinión, más que escuchada, sea determinante en los movimientos que se vayan a hacer este verano, ya están planeando qué es lo que hay que reforzar y de qué se puede prescindir.
Los retos, como explicó el presidente madridista en la celebración de la Duodécima, no han hecho más que empezar. La próxima temporada el Madrid aspira a ganar todo lo que dispute y sumar su tercera Copa de Europa consecutiva, es decir hacer como el Ajax y el Bayern en el principio de los 70 cuando ganaron tres veces consecutivas. El Madrid, que ya lo había hecho cinco veces al comienzo de la competición, lleva dos y el reto de la tercera ya está en la mente de los dirigentes y el objetivo es trasladarlo a la mentalidad de la plantilla cuando vuelva en julio de las vacaciones.
El objetivo blanco es conseguir una plantilla tan involucrada como la de este año. Además, es año de Mundial y todo va a estar más comprimido. El primer partido oficial es el 8 de agosto, la Supercopa contra el Manchester United de Mourinho, después, dos choques seguidos contra el Barcelona, enseguida empieza la Liga y a final de año, de nuevo el Mundialto. Es decir, se necesita un vestuario muy amplio y con futbolistas con tanta hambre como la que, durante esta campaña, han desmostrado Marco Asensio o Álvaro Morata.
El primero es el que más está haciendo dudar al club del fichaje de Hazard, porque tras su temporada lo último que se quiere hacer es cerrarle el paso. Cada año que pasa va a necesitar más minutos para seguir creciendo y nadie en el club duda que es uno de los grandes valores de futuro.
Morata es un asunto más peliagudo. «No depende tanto de mí», dijo el futbolista en las celebraciones, sin querer ser taxativo en nada. Ha hecho una gran temporada para los minutos que ha tenido y quiere esperar a ver cómo se desarrollan los acontecimientos antes de que tanto él como el club decidan. No es lo mismo un Madrid que al final va a ir a por Mbappé ahora o que espera a traerlo un par de años. Ayer, en Francia, se aseguraba que había hecho una oferta de 135 millones por la perla francesa, pero no son más que rumores de un mercado que acaba de empezar y que aún está en los primeros tanteos.
Lo único seguro, ahora mismo, es que Pepe se va a marchar y, por tanto, el Madrid tiene que decidir qué hace con Vallejo, quien está loco por ser parte del conjunto blanco y podría seguir aprendiendo junto a Ramos, Varane y Nacho. Pepe, por su lado, acaba contrato y ahora el PSG parece el mejor situado para ficharle.
La otra salida, a la que sólo falta ponerle una cantidad, es la de James. Tras no ser convocado para la final, intentó sin éxito disimular su contrariedad durante las celebraciones. La salida de James es algo que se veía venir y ahora en el Madrid esperan a que un club venga con los 75 millones que costó. El PSG o el Manchester United pueden ser sus destinos.
En el club saben que tienen una plantilla de talento en todos los puestos, que lo único que se necesita es reforzar y aumentar la competitividad. Y con esas variables tiene que decidir lo que hace con la portería. A mediados de temporada, parecía claro que Keylor Navas estaba más fuera que dentro porque su campaña estaba siendo peor que irregular, pero su esprint final con paradas decisivas en casi todos los partidos y con el apoyo del vestuario y de Llopis, el entrenador de porteros, han cambiado el viento. Ahora, el futbolista está dispuesto a quedarse y el Real Madrid tiene que replantearse la opción de David de Gea.
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